El Volvo XC90 T8 Twin Engine es la versión híbrida enchufable del SUV de Volvo. Un coche grande, cómodo y de alta calidad… con un consumo mínimo.
Texto: Eduardo Lausín.
Como buen híbrido enchufable, el Volvo XC90 T8 Twin Engine disfruta del distintivo azul de la DGT, que le permite sortear las moratorias de circulación en días muy contaminados. Pero, además, este súper sueco es confortable y muy eficiente, a nada que calculamos con esmero.
En los tiempos que corren, con la “espada de Damocles” sobre las mecánicas diésel en ciudades como París, Barcelona o Madrid, considerar la adquisición de un coche híbrido no es descabellado, por mucho que alguno tenga que cambiar de “chip”.
Un ejemplo de manual entre los “SUV” (Sport Utility Vehicle) más poderosos es el Volvo T8 Twin Engine AWD. Una alternativa conjunta de gasolina y electricidad, enchufable, a los diésel D4 y D5 (190 y 224 CV) y a las versiones de gasolina T5 y T6 (254 y 320 CV). Supera a todos en precio (como mínimo, 3.000 euros) y en potencia: da un conjunto de 408 CV, o de 420 CV añadiendo el pack opcional “Polestar Performance Optimisation”.
Con la batería del sistema eléctrico a tope (es de 65 kW y de ión litio) anuncia una marcha eléctrica máxima de 43 kilómetros, unos 25 en la práctica que, según tarifas eléctricas, haremos incluso por un euro. De otro modo: para recados y recorridos cortos, bien preparados podemos movernos sin gastar una gota de gasolina.
Precisamente, el Volvo XC90 T8 Twin Engine AWD, que con el motor de gasolina en marcha exhibe aceptables medias reales de 8 a 10 l/100 km, según la conducción, contempla cinco modos de funcionamiento a escoger: “Hybrid”, que deja al vehículo la elección de combinar los motores de combustión y eléctrico para optimizar consumos; “Pure electric”, activable cuando la batería está llena para circular en eléctrico con tracción trasera (donde va ese motor, de 88 CV y 150 Nm de par); “Power mode”, con los dos motores funcionando a la vez para dar la máxima potencia; “AWD”, que activa la tracción total (ideal para ir pistas y caminos embarrados o nevados); y “Save”, que reserva la batería para un momento posterior (si el nivel de carga fuese bajo, el motor de gasolina lo repone parcialmente).
Con la fuerza de que dispone, arrastrar los 200 kilos que sube de promedio frente a un Volvo XC90 T6 (al final, más de 2,4 toneladas sobre el asfalto) no entraña mayor pega. Se siente ágil dentro de su envergadura, hasta subiendo largos repechos, negocia curvas con seguridad y frena con potencia y resistencia. No está pensado para uso campero exigente: carece de reductora y de bloqueos de diferencial, pero luce 21,3 centímetros libres hasta el suelo y puede vadear cauces de 45 centímetros.
A cambio, agasaja al pasaje con un chasis equipado con suspensión de naturaleza neumática. Incluso a buena velocidad, filtra con eficacia “lomos” de autovía y traicioneras juntas de dilatación, de ésas que descolocan el conjunto en pleno apoyo, amén de los rotos tan frecuentes en las vías patrias. En esto también aplican unos asientos que parecen butacones domésticos, incluso los laterales de la fila intermedia.
La calidad interior brilla a excelente nivel: la precisión de los ajustes, los materiales empleados (el revestimiento de cuero, por ejemplo, es de serie), la insonorización general, una moqueta que recubre hasta el último rincón, la posición de conducción…
En fin, está hecho a conciencia y consagra un esmerado entorno de lujo riguroso. Con cinco asientos hábiles, la capacidad de carga es soberbia.
Además, el equipamiento no se olvida de interesantes elementos de serie como el portón trasero motorizado. Junto a éste, otros tan bienvenidos como los faros LED o el climatizador de cuatro ambientes Y como el fabricante no aparca sibaritismos, es posible dotarlo de un completísimo equipo de audio “Sensus Connect Premium de Sound Bowers & Wilkins”, salpicadero e inserciones de las puertas en cuero, el cada vez más de moda volante calefactado…
Un apunte: en España y con siete plazas, su único rival directo es el Range Rover Sport 3.0 SDV6 HYBRID, que no es enchufable. Sí lo son los Audi Q7 e-tron 3.0 TDI quattro, BMW X5 xDrive 40e y Porsche Cayenne S E-Hybrid, pero todos de cinco asientos.
Un híbrido enchufable requiere logística (al menos, un enchufe doméstico) y paciencia, porque el cable de recarga termina por el suelo sucio y reponer la batería lleva tiempo. Pero con ésta a tope son un “invento” de lo más interesante.
Imagen: 4
Acabados: 4
Puesto de conducción: 5
Habitabilidad: 4
Maletero: 4
Motor: 4
Recuperación: 3
Prestaciones: 4
Dirección: 4
Caja de cambios: 4
Frenos: 4
Estabilidad: 4
Consumo: 4
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
Motor térmico | Gasolina, 4 cilindros en línea, turbo |
Cilindrada | 1.969 cm3 |
Potencia | 320 CV a 5.700 rpm |
Par | 400 Nm de 2.200 a 5.400 rpm |
Motor eléctrico | Síncrono de imán permanente |
Potencia | 88 CV |
Par máximo | 150 Nm |
Motor híbrido | Sistema híbrido eléctrico-gasolina |
Potencia combinada | 408 CV |
Par máximo combinado | 640 Nm |
Velocidad máxima | 230 km/h |
Aceleración | 5,6 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 2,1 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.950 / 2.140 / 1.776 mm |
Neumáticos | 275/45 R20 |
Peso en vacío | 2.394 kg |
Maletero | 640 l |
Precio base | 83.459 euros |
DE SERIE. Airbags frontales de conductor y acompañante, laterales delanteros y de cabeza delanteros y traseros; advertencia de cambio de carril (“LDW”); asistencia en frenada de emergencia (“EBA”); aviso de colisión frontal con auto frenado; ayuda de arranque en pendientes (“HSA”); control antivuelco (“RSC”); control de alerta del conductor (“DAC”); control de distancia de aparcamiento trasero; control de velocidad constante y limitador de velocidad ajustable; alerta de tráfi co cruzado posterior; faros LED, mandos multifunción en volante; ordenador de viaje; reconocimiento de señales de tráfico; retrovisores exteriores termicos; climatizador de cuatro zonas; portón trasero eléctrico; tapizado de cuero.
OPCIONES. Alarma antirrobo (635 euros); pintura metalizada (1.089 euros); navegador “Sensus Navigation” (1.180 euros); asistencia de aparcamiento (control de distancia de aparcamiento delantero y aparcamiento asistido 780 euros); cámara aparcamiento 360º (con cámara de aparcamiento trasera y de visión periférica 360º, 780 euros); volante de madera Dark Flame Birch (424 euros); volante con calefacción (206 euros); salpicadero e inserciones de las puertas en cuero (1.573 euros); moqueta interior de techo en color oscuro (333 euros); “Sensus Connect Premium Sound Bowers & Wilkins” con subwoofer (3.328 euros); llantas de aleación de 21 pulgadas de 8 radios con neumáticos 275/40 (1.603 euros).