El Volvo V90 Cross Country D5 es un enorme familiar con actitudes y estilo campero. Que se preparen los SUV, se lo pondrá difícil.
Las hordas de todocaminos han llegado arrasando en todos los segmentos del mercado. Pero el nuevo Volvo V90 Cross Country D5, en esta versión con una “armadura” más campera, tiene experiencia y buenas artes para restaurar su fortaleza.
Enemigos tiene y muchos, no solo de la numerosísima prole SUV, la imperante en todos los segmentos. La receta de crear un familiar con “ropajes” aventureros también ha traído más oponentes con los que disputar su trozo de pastel.
Audi, con su asentado Audi A6 Allroad, y ahora Mercedes-Benz con el Mercedes Clase E Estate All-Terrain son otros productos premium que reclaman el mismo protagonismo que el modelo de Volvo.
Ante este panorama, la variante que nos presenta el fabricante escandinavo recoge una larga tradición en la materia. Veinte años avalan a los Volvo Cross Country con carrocería station wagon; una solución a las demandas de espacio desde un punto de vista, si cabe, más versátil.
Como ya hicieran sus ancestros (aquel Volvo V70 XC de 1997, llamado XC70 en su última generación), el Volvo V90 Cross Country D5 adereza su armazón con las consabidas protecciones en los pasos de rueda, paragolpes y faldones laterales.
Elementos indispensables para enfatizar su faceta todoterreno. En cierto modo, estos aditivos confieren al coche una personalidad distinta, reforzada en un primer vistazo con una distancia libre al suelo claramente mayor.
Los 65 milímetros de más respecto a un Volvo V90 convencional se aprecian desde el primer momento, arrojando una cota final de 210 milímetros, por encima incluso de la de algunos crossover puros.
Los dos perfiles que ofrece este Cross Country, familiar y aventurero, van de la mano en un modelo que podríamos catalogar como una perfecta simbiosis del Volvo XC90 (del que toma algunas de sus aptitudes campestres) y de su germen, el Volvo V90.
Con este último comparte un espacio interior muy grande, confortable y resuelto con exquisitez, tanto en diseño como en calidad de materiales y ajustes. El minimalista salpicadero concentra casi todas las funciones en una pantalla táctil de 9,0 pulgadas, a modo de tableta, de buena resolución e infinidad de prestaciones, algunas difíciles de localizar.
Echamos en falta más accesos directos; por ejemplo, para regular la temperatura hay que pasar por dos menús, cuando con un mando tradicional lo haríamos directamente. En otro orden de cosas, en la parte trasera la zona de carga es muy amplia y, abatiendo eléctricamente los asientos traseros (es una opción, así como el portón eléctrico), queda una superficie útil larguísima.
En carreteras de firme roto y pistas de tierra el buen talante de los amortiguadores favorece un uso más offroad del previsible, y con la buena altura que comentaba también es capaz de sortear piedras y montículos de cierta entidad.
Llevado a carretera, al final su hábitat predilecto, este Volvo V90 Cross Country D5 se preocupa en mostrar una comodidad de marcha ejemplar, a tenor igualmente de su sobresaliente insonorización.
En los modos de conducción Eco (prima el consumo) y Confort (el predeterminado al arrancar) la carrocería muestra un ligero y suave cabeceo que acompañará durante todo el viaje. No compromete la estabilidad, pero para obtener mayor confianza y mitigar ese balanceo el perfil Dynamic resulta más convincente: dirección y suspensión se endurecen, y mecánica y transmisión responden con mayor celeridad. Para activar el quinto modo Individual, personalizable, incomprensiblemente hay que “bucear” por varios menús de la pantalla central hasta localizarlo.
Ambos responden con suavidad y celeridad. Una garantía a la hora adelantar con seguridad en vías de un solo carril para cada sentido… y a plena carga. Este tetracilíndrico de 2,0 litros vibra poco, solo un poco más en frío, y apoyado en un generoso par máximo de 480 Nm manifiesta una fuerza constante, independientemente del régimen de giro.
Ahora bien, en la balanza de las prestaciones ha pesado más la contención del consumo que un rendimiento superlativo, porque hacer una media en torno a los 7,5 l/100 km con casi dos toneladas de peso, y yendo alegres, no parece mal acuerdo.
Para seguir endulzando la marcha, el Volvo V90 Cross Country D5 agasaja con una ingente cantidad de sistemas de seguridad, activa y pasiva. Si se sale del carril, el coche intentará recuperar por si solo la trazada; ante una posible colisión, frenará de forma autónoma; e incluso permite disfrutar de la ruta, en autovía, sin tocar acelerador, freno (gracias a control de velocidad de crucero adaptativo) o dirección (el sistema Pilot Assist mueve el volante para mantener el centro del carril).
Partiendo de la base de un excelso familiar como el V90, el Cross Country aporta cualidades camperas interesantes. Un trotamundos excelente para viajar sobre todo tipo de terrenos, por motor y confort general, solo limitado por su alto precio.
Imagen: 5
Acabados: 5
Puesto de conducción: 5
Habitabilidad: 5
Maletero: 5
Motor: 4
Recuperación: 4
Prestaciones: 4
Dirección: 4
Caja de cambios: 4
Frenos: 4
Estabilidad: 4
Consumo: 4
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
Texto: Juan Pablo Esteban.
Fotos: Paloma Soria
Tipo de motor | Diésel, 4 cilindros en línea, biturbo |
Cilindrada | 1.969 cm3 |
Potencia | 235 CV a 4.000 rpm |
Par | 480 Nm entre 1.750 y 2.250 rpm |
Velocidad máxima | 235 km/h |
Aceleración | 7,5 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 5,3 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.939 / 1.879 / 1.543 mm |
Neumáticos | 235 / 50 R 19 |
Peso en vacío | 1.920 kg |
Maletero | 560-1.526 l |
Precio base | 69.161 euros |
DE SERIE. Airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, airbags de cabeza delanteros y traseros, airbag de rodilla para el conductor; ABS y repartidor de fuerza de frenado EBD; asistente en frenadas de emergencia automática City Safety con función de detección de peatones y ciclistas; control de estabilidad ESC; asistente al arranque en pendiente HSA y control de descenso HDS; sistema de activo de alerta por cambio involuntario de carril; sistema de monitorización de presión de neumáticos; control dinámico de la conducción; control de velocidad de crucero adaptativo con asistente de dirección Pilot Assist; sistema de reconocimiento de señales de tráfi co; faros de LED, faros antiniebla con iluminación de curva; llantas de aleación de 19 pulgadas; sensores de aparcamiento traseros; instrumentación digital de 12,3 pulgadas; asientos delanteros con regulación eléctrica; tapicería de cuero parcial; climatizador bizona; sistema multimedia Sensus Connect con pantalla táctil de 9,0 pulgadas, conexión auxiliar, USB y Bluetooth.
OPCIONAL. Pintura metalizada (1.132 euros); llantas de 20 pulgadas (943 euros); levas de cambio (182 euros); portón eléctrico (566 euros); Head-up display (1.383 euros); climatizador 4 zonas (754 euros); equipo de audio Bowers & Wilkins (3.772 euros); cámara trasera de aparcamiento (544 euros); techo solar eléctrico (1.666 euros); suspensión adaptativa con eje trasero neumático autonivelante (2.075 euros); Pack Versatility Pro: red de carga, sistema sujetabolsas en maletero, asientos traseros abatibles eléctricamente, apertura de puertas sin llave (968 euros); Pack Light: faros Full LED, asistente de luz de carretera y retrovisores electrocrómicos automáticos (930 euros); Pack Business Connect Pro: navegador, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, Volvo On Call y conectividad smartphone (2.263 euros).