Los Volvo S60 y V60 Polestar 2016 se han renovado con la intención de enfrentarse cara a cara a las nuevas generaciones de la competencia. Con un nuevo motor, que pierde cilindrada y cilindros pero gana potencia, son ahora más rápidos y menos sedientos, contando también con la ventaja de un peso reducido que demuestra el empeño de la división deportiva sueca.
Lo nuevo de Polestar se ha adherido a la nueva moda de reducir la cilindrada de los vehículos. Dice adiós al antiguo motor de 6 cilindros y 3,0 litros, para dar paso a una nueva unidad de 4 cilindros con 2,0 litros de cilindrada. Algo habitual conociendo que la marca sueca está desechando las unidades más grandes para sustituirlas por los nuevos 4 cilindros de la gama “Drive-E”.
Con un compresor y un turbocompresor, como ocurre con los nuevo “T6” de la marca, la berlina en sus dos carrocerías genera 367 CV de potencia, lo que supone un aumento ligero desde los 350 CV de la versión saliente. Donde pierde es en la cifra de par, que se queda en 470 Nm, frente a los 500 del anterior. No en vano, las prestaciones son sustancialmente superiores. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, con una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h.
Los ingenieros de Polestar se jactan de haber aumentado la potencia del conjunto, pero también de haber reducido el peso, algo lógico, por otra parte, puesto que se utiliza un motor más pequeño. No solo el peso total es más reducido, 20 kilos concretamente, sino que el reparto es más equilibrado, con 24 kilos de descarga en el eje delantero.
Lo mejor de todo no es solo la mejora de los Volvo S60 y V60 Polestar 2016, sino que el preparador se ha afianzado en el mercado y Volvo dará mayor cobertura. Ha anunciado que la producción será de 1.500 unidades al año, y que llegará 47 mercados, desde los 13 que actualmente lo reciben. Se trata de una estrategia que mucho tiene que ver con el nuevo patrocinio con el WTCC, pues el V60 Polestar se convierte en el Safety Car.
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