Volvo ha patentado un nuevo tipo de volante, destinado al vehículo autónomo.
Volvo se prepara el futuro. Ha patentado un volante móvil destinado a los vehículos autónomos que se puede mover a lo largo del salpicadero para situarlo a ambos lados o, incluso, en el centro, de manera que, en caso de que haya que tomar posesión de la conducción, lo pueda hacer cualquiera de los ocupantes de las plazas delanteras.
Junto a estas, también podrían cambiar de posición los pedales y los paneles del centro del salpicadero para ubicarlos de una manera cómoda para los ocupantes de estas primeras plazas. Según se puede ver en los dibujos, también han dispuesto pantallas amplias que se dispongan a lo ancho de todo el tablero y que ajustarían su imagen a la situación del volante.
En cuanto a los pedales, se estudia la posibilidad de que haya a ambos lados y en el centro. Estarían apoyados en el suelo, tendrían un recorrido inferior al que conocemos y solo se activarían dependiendo de la posición del volante.
Solución que podría llegar mucho antes
La realidad de esta solución es que podría llegar mucho antes que la expansión del coche autónomo pues de convertirse en realidad economizaría el diseño y fabricación de los próximos vehículos de la firma sueca especialmente este último aspecto pues simplificaría las líneas de producción de las fábricas.
Así, no habría que producir coches específicos para países donde se conduce por la derecha ni para los mercados en los que se conduce por la izquierda. Un mismo coche valdría para todos. Es más, permitiría realizar viajes entre países con diferentes formas de conducir, evitando los riesgos de falta de visibilidad que actualmente se pueden ver en algunas zonas con coches conduciendo por la derecha con el volante igualmente a la derecha.
Según se ha sabido, aunque se pueda mover por el salpicadero a través de unas guías, estaría conectado con el vehículo siempre mediante unos cables. No se excluye la posibilidad de que algunas conexiones sean telemáticas aunque las importantes se mantendrían de forma física para impedir fallos en la batería, transmisión o desconfiguración del sistema. Entre ellas, estaría la dirección.