Que las marcas están rediseñando la conducción y preparan nuevas maneras de movilidad es un hecho. Y que ésta está más cerca de lo que nos pensamos, también. El Salón de Ginebra ha contemplado por primera vez la visión del Grupo Volkswagen por la conducción autónoma. Se trata de un Concept Car, con motorización eléctrica, espacio para cuatro personas, y le ha denominado Sedric, nombre proveniente de Self Driving Car (coche de conducción autónoma), pero la apuesta del gigante alemán por esta tecnología señala hacia dónde se dirige la apuesta de Volkswagen para los próximos años.
En el momento en el que se mostró por primera vez, se indicó que este vehículo busca redefinir la conducción autónoma tal y como la conocemos hoy día, en un intento de democratizarla, crear nuevos interacciones entre personas y coches, y nuevas pantallas y botones.
El desarrollo de este vehículo forma parte de la estrategia del grupo en nuevas opciones de movilidad, que ha denominado “Juntos 2025”, para los que se ha asociado con Gett como proveedor de nuevos servicios de movilidad con el que ha creado Moia, una filial del Grupo Volkswagen para la crear los nuevos sistemas de movilidad, y que estos sean seguros para el usuario y sostenibles para el medio ambiente.
Pretenden extender el uso de la automoción a todo tipo de usuarios que hasta ahora la tenían más limitada incluyendo jubilados, personas con alguna enfermedad mental, aquellos que no tienen un vehículo en propiedad o carné de conducir, turistas o incluso estudiantes que solo se quieren mover entre dos puntos de una ciudad.
Con estas premisas se ha desarrollado el Volkswagen Sedric Concept, el primero del grupo que tiene nivel 5 de conducción autónoma, lo que significa que el coche podría funcionar sin la presencia de una persona. Ha sido ideado, diseñado, desarrollado y construido en cooperación entre el Centro de Desarrollo de Postdam y el Centro de Investigación de Wolfsburgo, ambos pertenecientes al Grupo Volkswagen.
Este vehículo toma una gran importancia para el grupo, y no solo por el paso adelante que supone para la compañía, sino porque será el ‘padre’ de nuevos vehículos autónomos. De hecho, la compañía ya anuncia la creación de un hijo y un nieto de este vehículo, que podrían llegar a otras marcas del grupo.
Volkswagen pretende crear vehículos que estén interconectados entre ellos, que compartan una tecnología universal, o al menos su lenguaje de comunicación, que sea intuitivo y fácil de usar, y que el usuario encuentre fácil los botones para establecer el destino y que el vehículo le lleve rápido hasta allí.
Para su uso se ha pensado no solo en la disposición de los botones sino también en la ejecución de comandos de voz con los que se interactuará no solo mediante órdenes preestablecidas, sino hablando con normalidad como se haría con un asistente.
Dentro, las pantallas son de Oled lo que supone que además de mirar la carretera, también se pueden utilizar para entretenerse viendo una película o tus redes sociales, jugando videojuegos o como pantalla de ordenador del trabajo. Igualmente, los usuarios podrían descansar, recostados en sus asientos, e incluso dormir.
Como no podía ser de otra manera, el Volkswagen Sedric Concept tiene un diseño futurista, con una imagen que se aproxima a la de un monovolumen compacto, con unos laterales musculosos, dos puertas por cada lateral que se abren en paralelo al vehículo pero en sentido opuesto cada una y cuenta con cuatro asientos interiores, unos delanteros para interactuar con los mandos y unos traseros dispuestos a modo de sillón.
El coche es eléctrico, su motor, de tamaño reducido, se ha situado en el suelo junto a las ruedas, las baterías están colocadas igualmente bajo el suelo del habitáculo, mientras que los aparatos de aire acondicionado o los propios de la conducción autónoma se han situado en el frontal en el poco morro que queda en la parte delantera del vehículo.