Volkswagen Passat Sport 2.0 TSI 280 CV o Kia Optima GT 2.0 T-GDI 245 CV. El espejo en el que todas las berlinas generalistas se han mirado o el automóvil que lidera un grupo de modelos que pugna por su preponderante puesto… y tiene argumentos para vencerle.
El Volkswagen Passat ha destacado tradicionalmente por ser una berlina con un excelente nivel de acabados, espacio interior y capacidades motoras.
Se encuentra solo un escalón por debajo del segmento premium y desde hace dos décadas ha sido, para el resto de fabricantes generalistas, la vara de medir sobre el nivel que debía dar un coche de este tipo. Pero esta situación de poder nunca ha estado tan discutida como ahora.
En los últimos meses ha llegado un grupo de nuevas berlinas que aspira a su posición de dominio. Y por lo que hemos podido ver y comprobar, el trono del Volkswagen Passat está más discutido que nunca. Serán muchos los que no conciban el cuestionamiento de su posición dominante, y mucho menos que pueda ser precisamente un Kia Optima el que la condicione.
Pero esta afirmación solo la puede entonar alguien que ha estado desconectado de la marca surcoreana en los últimos años, pues el salto que ha experimentado Kia en este tiempo es espectacular.
La Kia de hoy en día no tiene nada que ver con la que hace ya bastantes años aterrizó en nuestro mercado comercializando aquellos sencillos Magentis, Opirus, Pride o Sephia: ha dejado de ser una marca de acceso o simplemente barata.
Ahora cuenta con vehículos capaces en todos los frentes, de excelente dinámica y calidad de materiales más que correcta para soportar en forma el paso del tiempo. No hay fisuras al respecto, como sin ir más lejos avala una completa garantía de siete años, de largo entre las más amplias del mercado.
En este duelo ponemos frente a frente las dos versiones más atractivas en oferta, con mecánicas que les adentran en el mundo de los vehículos prestacionales, superando ampliamente los 200 CV de potencia. Cuestión nada baladí en automóviles que nacieron como berlinas familiares pero que demuestran ser capaces de soltarse la coleta y batirse ante cualquier GTI (o sucedáneo) con garantías de victoria.
Como sucede con la mayoría de modelos del Grupo Volkswagen, su diseño huye de estridencias y mantiene un conjunto de líneas que no pasa de moda, pero que puede resultar sobria, aunque resiste bien el paso del tiempo.
Por el contrario, el coreano disfruta de una imagen más fresca. No en vano cuando se lanzó ya avanzaba detalles del nuevo diseño de la casa que se han ido incorporando a los juveniles y urbanitas Kia Picanto y Kia Rio.
En este aspecto, los diseñadores de la marca, capitaneados por el germano Peter Schreyer (ex Audi, Volkswagen…), han sido algo más atrevidos al dejar correr la imaginación para generar la forma definitiva del modelo.
El Kia Optima llega a 4,85 metros, mientras que el Volkswagen Passat se contiene en 4,76. Algo que se nota en el interior, especialmente en las cotas de habitabilidad y en el tamaño del maletero, aunque de manera desigual.
En cuanto a la boca de carga, en ambos es relativamente amplia y cómoda de acceso. Teniendo en cuenta la envergadura del habitáculo, y que tenemos ante nosotros a la máxima expresión de la capacidad de trabajo de cada marca, solo podemos reconocer el excelente puesto de conducción de ambos vehículos.
En el Kia Optima disfrutamos de asientos calefactables y ventilados para refrescarlos en verano, una pantalla táctil integrada en el salpicadero, en la parte central, de 8,0 pulgadas y un volante multifunción con “un millón” de botones y mandos. Desde aquí, uno puede consultar la información que aglutina el ordenador de a bordo, proyectado en una pantalla de 4,3 pulgadas en el cuadro de relojes, entre las esferas del cuentarrevoluciones y el velocímetro (estos analógicos).
Se necesita tiempo para familiarizarse con tanto pulsador, función y situación de la información a consultar. Aunque lo cierto es que, con el tiempo, apenas se cotejan un puñado de opciones de toda la amalgama de datos disponible.
Detrás del volante hay unas levas para manejar la caja de cambios automática de forma manual secuencial, más cómodas que toquetear en el selector de la consola. Ahí, para elegir relaciones, hay que desplazar la palanca a la izquierda, es decir hacia el conductor. Pero al subir y bajar de marcha se roza con la pierna, lo que convierte la maniobra en incómoda.
Al mismo tiempo, su veterana interfaz es similar a la de algunos SEAT y Skoda, un módulo que el Grupo Volkswagen está cambiando en la renovación de muchos modelos, como los recientes SEAT Ibiza y Skoda Octavia. Lo mismo ocurre con la disposición de botones en la consola.
El detalle que permite al Volkswagen Passat intentar ganar esta batalla, aunque sea a los puntos como en el boxeo, reside en el cuadro de relojes, herencia de los últimos Audi.
Es una gran pantalla digital a color, de 12,3 pulgadas, que permite personalizar la información, los parámetros de marcha y la totalidad de la navegación, mapas y guía incluidos. Desde ahí se gestionan funciones del vehículo a través de un sistema de menús y submenús que, eso sí, exige algo de tiempo para manejar y ubicar con soltura sus parámetros.
El germano demuestra además un excelente saber hacer sobre asfalto gracias a un chasis resolutivo y a una suspensión adaptativa (DCC) que pega el vehículo a la carretera, aunque por momentos se muestra algo dura cuando el firme es irregular o se supera un badén de resalte pronunciado.
En modo ECO, la transmisión automatizada de doble embrague DSG engrana marchas a muy pocas vueltas; en cambio, en Sport aguanta la relación hasta 5.000 rpm.
En el Kia Optima, también automático de seis velocidades, el desarrollo final es más bien largo. Aquí la suspensión también muestra firmeza, pero no tanta como en su oponente.
En ruta da la sensación de que la mecánica del Volkswagen Passat está algo más afinada, con una entrega de fuerza más suave y una ganancia de velocidad progresiva.
La tracción 4Motion es una garantía para tener más motricidad en curvas cerradas, incluso si la superficie está algo resbaladiza, como bajo lluvia; y eso que hay mucho motor que controlar.
Por su parte, el Kia Optima exhibe mayor sensación de empuje. Y eso que su aceleración entre 0 y 100 km/h es sensiblemente inferior, pero gana vueltas con mayor facilidad. De hecho, su máxima entrega de par se produce a 1.300 rpm, por las 1.700 del Volkswagen.
Curioso: el Kia despliega una rumorosidad notable, que al contrario de ser molesta a buen seguro terminará encandilando a los aficionados a la automoción. Y es que llega a dar la sensación de equipar un propulsor mayor, algo así como un V6 o incluso un V8, en vez de un cuatro cilindros en línea.
En este caso disponemos de tres programas de conducción: ECO, Normal y Sport. Aquí la tracción se traslada exclusivamente al eje delantero, pero la dirección es más efectiva y directa, con una respuesta sin contemplaciones incluso ante los giros más bruscos, atenuado en todo momento la impresión de subviraje.
El Volkswagen Passat viene a fijar un promedio real de 8,0 l/100 km, por mucho que homologue 7,1, mientras que el Kia Optima es algo más sediento: 8,5 l/100 km, bastante más próximo a un registro oficial que determina 8,1.
Pero ojo, todo conduciendo con suavidad en tráfico cotidiano, pues si queremos sentirlos y disfrutarlos en condiciones sensiblemente más deportivas, anota, lo normal será superar holgadamente medias de 10 a 12 l/100 km.
Difícil decisión. Por un lado tenemos una apuesta segura y por otro un valor en alza. En cuestiones dinámicas gana el Volkswagen Passat, en equipamiento se impone el Kia Optima, de fábrica repleto de extras.
Volkswagen Passat Sport 2.0 TSI 280 CV | Kia Optima GT 2.0 T-GDI 245 CV | |
Imagen | 4 | 5 |
Acabado | 5 | 4 |
Puesto de conducción | 5 | 5 |
Habitabilidad | 4 | 5 |
Maletero | 5 | 4 |
Motor | 4 | 5 |
Recuperación | 4 | 4 |
Prestaciones | 5 | 4 |
Dirección | 4 | 5 |
Caja de cambios | 4 | 5 |
Frenos | 4 | 4 |
Estabilidad | 5 | 5 |
Consumo | 4 | 3 |
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
Texto: Carlos Olmo.
Fotos: Paloma Soria.
Tipo de motor | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.984 cm3 |
Potencia | 280 CV entre 5.600 y 6.500 rpm |
Par | 350 Nm entre 1.700 y 5.600 rpm |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Aceleración | 5,5 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 7,1 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.767 / 1.832 / 1.456 mm |
Neumáticos | 235 / 45 R 18 |
Peso en vacío | 1.615 kg |
Maletero | 586 l |
Precio base | 46.680 euros |
Tipo de motor | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.998 cm3 |
Potencia | 245 CV a 6.000 rpm |
Par | 353 Nm entre 1.350 y 4.000 rpm |
Velocidad máxima | 240 km/h |
Aceleración | 7,4 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 8,2 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.855 / 1.860 / 1.465 mm |
Neumáticos | 235 / 45 R 18 |
Peso en vacío | 1.655 kg |
Maletero | 510 l |
Precio base | 43.380 euros |
DE SERIE. Freno de estacionamiento eléctrico; llantas de aleación de 18 pulgadas; ayuda de arranque en pendiente; asistencia mantenimiento de carril; reconocimiento señales tráfi co; frenada de emergencia; detección de obstáculos en los ángulos muertos y alerta de tráfi co trasero cruzado; asistente dinámico de luz carretera; control de crucero adaptativo; faros LED adaptativos; techo solar panorámico; volante, palanca de cambios y tapicería de piel; retrovisor interior electrocrómico; panel de instrumentos de 4,3 pulgadas; pantalla táctil con navegador de 8,0 pulgadas; cámara de visión panorámica 360º; sistema de audio Harman Kardon con 10 altavoces; cortinilla solar; climatizador bizona; control de crucero; bluetooth; asiento de conductor y de acompañante regulable de forma eléctrica; asientos delanteros y traseros calefactables; asientos delanteros ventilados; asistente al estacionamiento; botón de arranque y llave inteligente; cargador inalámbrico teléfono móvil y portón manos libres.
OPCIONAL. Pintura Clear White (162 euros) o metalizada (486 euros).
DE SERIE. Asiento conductor eléctrico; detector de fatiga; llave inteligente y botón de arranque; climatizador trizona con panel en las plazas traseras; espejo retrovisor interior electrocromático; pantalla táctil con navegador de 8 pulgadas; sistema de audio con 8 altavoces; cámara trasera; llantas de 18 pulgadas; luz diurna, faros delanteros y pilotos de tipo LED; regulación de alcance de las luces automática; ESP; ABS; ASR (control de tracción); EDL (bloqueo de diferencial electrónico); EDTC (regulador del momento de fricción del motor); control electrónico de velocidad; sistema de arranque en pendiente; indicador de presión de neumáticos; Park Pilot delantero y trasero; retrovisores exteriores térmicos y eléctricos; rueda de repuesto de tamaño normal; Front Assist con freno de emergencia en ciudad; suspensión regulable ACC y sistema precolisión Pre-Crash.
OPCIONAL. Pintura metalizada blanco Oryx (1.205 euros); Area View (445 euros); paquete R-Line (2.530 euros); cristales traseros y luneta posterior oscurecidos (300 euros); paquete ambiente (225 euros); asistente de mantenimiento de carril Line Assist (540 euros); paquete asistentes de conducción (1.315 euros) y techo eléctrico con deflector (1.140 euros).