Volkswagen acaba de desvelar el nuevo ID.7 que se espera que llegue antes de que acabe el año con una elevadísima eficiencia y una autonomía superior a los 700 km.
Tras presentarlo a bombo y platillo en el CES de Las Vegas de comienzos de año, Volkswagen por fin ha desvelado el que se convertirá, de facto, en el buque insignia de la familia ID. de modelos eléctricos: el ID.7. Hablamos de una berlina de 4,96 metros de largo que tiene cierto carácter deportivo gracias a la línea descendente del techo en su parte final y que sigue el patrón visto en el ID.5. Una silueta que engloba bajo el mismo lenguaje de diseño visto en otros modelos de la marca, con un frontal limpio presidido por los grupos ópticos iQ.Light con tecnología matricial o una zaga que además de tener ese toque deportivo enfatiza su anchura gracias a la tira de LED que cruza de lado a lado.
Entre medias, el ID.7 cuenta con llantas hasta de 21 pulgadas, la opción de escoger una pintura de carrocería bicolor o los tiradores enrasados en la propia carrocería para beneficiar a la aerodinámica. Concepto este último que se ha trabajado muchísimo como bien demuestra un coeficiente Cx de solo 0.23 que se consigue gracias a la gigantesca superficie acristalada frontal (con 2,45 m2), a una altura de solo 1,54 metros que lo convierte en el modelo más bajo de toda la gama Volkswagen (las dimensiones se completan con una anchura de 1,86 metros).
Nueva concepción interna
De puertas para dentro, este ID.7 ofrece la que es la evolución más normal dentro de la marca sobre todo en lo que a digitalización se refiere. Porque la berlina prescinde del diminuto cuadro de instrumentos flotante para integrarlo en el propio salpicadero y dejarlo con una tira más elegante. A ella le acompaña la gran novedad, el monitor central de 15 pulgadas que al igual que en otros ID. como el ID.4 se convierte en el cerebro de operaciones del coche reduciendo al mínimo los comandos físicos. La digitalización se completa con un Head-up display proyectado a todo color con realidad aumentada.
Como se trata del modelo más importante en estatus dentro de la familia ID., Volkswagen le ha dotado de una importante carga de confort y tecnológica. A destacar los 2,97 metros de distancia entre ejes que brindarán a sus ocupantes un amplísimo espacio para las rodillas mientras que la capacidad del maletero no ha sido desvelada; el techo panóramico Smart Glass con oscurecimiento automático gracias a la capa de cristal líquido disperso en polímero (PDLC) que le permite prescindir de cortinilla, los asientos con certificación AGR con climatización y función masaje, un avanzado sistema de iluminación, equipo de sonido Harman Kardon de 14 altavoces o el asistente de voz IDA que permite controlar diferentes funciones del vehículo con comandos de voz.
Motores del ID.7
A nivel de rendimiento, el ID.7 estrena la nueva generación de motores disponibles para la plataforma MEB, mucho más eficientes, aunque de momento Volkswagen solo ha desvelado uno, el de 210 kW (286 CV) que se convierte en el bloque con mayor par de toda la gama ID. producido hasta ahora al generar 550 Nm. De este existirán dos versiones en función de la capacidad de la batería siendo el Pro el que está asociado a una de 82 kWh de capacidad bruta (77 kWh netos) y otra que llegará un poco más adelante bautizada como Pro S que se combina con una de 91 kWh brutos (85 kWh netos). De esta forma la autonomía podría rondar como ya avanzó la marca en su momento los 700 km entre cargas siendo otra novedad la potencia de carga de la más potente, que ascendería a 200 kW en corriente continua frente a los 170 kW de la otra. Esto permitirá pasar de un 10% a un 80% del nivel de la batería en 25 minutos. El Volkswagen ID.7 se ensambla en la planta alemana de Emden y la firma germana abrirá los pedidos para reserva a partir del próximo mes de mayo, comenzando su producción en el mes de junio y entregando las primeras unidades para el otoño. De momento no hay precios.