Volkswagen sigue coqueteando con su futura gama de modelos eléctricos. No en vano pretende lanzar 3 alternativas en 2020 y un total de hasta 23 modelos para 2025. Sus ambiciones pasan por una familia que ahora se ve completada por el I.D. Crozz, una actualización del modelo que vimos meses atrás en Shangái y que llega al salón de Frankfurt.
A día de hoy hablar de atracción y de vehículos eléctricos es algo que hay que hacer con cautela. Las exigencias en diseño, configuración mecánica y aerodinámica no permiten demasiadas licencias. Todo esto cambiará.
Así lo demuestra este prototipo, que a pesar de su estado conceptual ya anima con un aspecto muy atractivo. Tras un compacto y una pequeña furgoneta llega el SUV, probablemente el que más atractivo genere de cara a su producción.
Rompe con lo establecido en Volkswagen, aunque mantiene ciertos rasgos reconocibles. La tecnología LED toma todo el exterior, con grandes faros que incluyen la parrilla en el caso del frontal. Además, juega con una marcada silueta coupé, agilizando el conjunto.
El habitáculo, todavía lejano a la cadena de montaje, se inspira en un cómodo salón. Sus cuatro ocupantes se sientan en butacas independientes en un ambiente distendido y minimalista.
También a la última tecnológicamente. Las pantallas de gran tamaño, especialmente la central, muestran toda la información a bordo. La entrada se efectúa a través de grandes puertas, las traseras correderas, como en monovolúmenes de gran envergadura.
El talón de Aquiles de los futuros eléctricos dejará de ser la autonomía. El Volkswagen I.D. Crozz aplica la teoría con un equipo de baterías que le permiten recorrer un total de 500 kilómetros. Tal vez hablemos de unas cifras similares en el modelo de producción.
Sorprende además este rango teniendo en cuenta que dispone de dos motores eléctricos, uno en cada eje, capaces de desarrollar 302 CV de potencia. Por último, la recarga será rápida si disponemos de un cargador adecuado: hasta un 80 % de batería en solo 30 minutos.
