El Volkswagen Golf GTI Clubsport es el regalo que la marca alemana ofrece a sus clientes más exclusivos para conmemorar, a comienzos de 2016, el cuarenta aniversario de la mítica versión deportiva del compacto. Llegará con la vitola de ser el GTI de producción más potente de la historia. El motor de gasolina es el conocido 2.0 TSI, turboalimentado y de inyección directa, de 265 CV, que, durante diez segundos y gracias a la función “overboost“, puede alcanzar hasta 290 CV simplemente pisando a fondo el acelerador. Con él, las prestaciones son, lógicamente, muy destacadas: 250 km/h de velocidad máxima y 5,9 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h.
Muchos elementos exclusivos
El coche, que se puede elegir con cambio manual de seis velocidades y también con la automatizada de doble embrague “DSG“, consume 7,0 litros cada 100 km, una cifra nada exagerada teniendo en cuenta las altas prestaciones disponibles.
Pintado en “Blanco Oryx“, aunque hay otros colores disponibles, y con el techo en negro, estrena paragolpes delantero, estriberas laterales, difusor trasero, “spoiler”, retrovisores con carcasa negra brillante, escapes dobles cromados y llantas de aleación de 18 o 19 pulgadas. El lateral del coche se basa en el del GTI original de 1976, con una franja negra decorativa que une los pasos de rueda delanteros y traseros. En el Clubsport, esta inserción continúa hasta el deflector de aire del frontal.
Ambiente de competición
Por supuesto, el habitáculo rezuma deportividad se mire donde se mire. Los asientos, parcialmente tapizados con Alcantara y con la inscripción “GTI” en el respaldo, se combinan con cinturones de seguridad resaltados por una línea roja. El volante, con costuras en rojo y marca de las doce en punto, y la palanca de cambios también se recubren de Alcantara. Los umbrales de las puertas se decoran con unas exclusivas placas protectoras de acero inoxidable.
El Golf más exclusivo se comercializará como edición especial ideal para coleccionistas. Comienza la cuenta atrás para su llegada.