Volkswagen Golf GTE y Lexus CT 200h son representantes de dos tecnologías llamadas a revolucionar el mundo del automóvil y hacernos olvidar el prehistórico propulsor tradicional.
Me refiero a los híbridos convencionales y a los híbridos enchufables, dos tipos de movilidad alternativa que se encarnan en el Lexus CT 200h y el Volkswagen Golf GTE, dos ejemplos de cómo un mismo propósito puede alcanzarse rodando en distintos caminos.
Es de agradecer que los fabricantes se hayan decantado por nuevos sistemas de propulsión, como también lo es que hayan tratado de adaptar su tecnología a la gama convencional. Nuestros dos protagonistas firman este convenio, al menos en términos de diseño.
Ninguno de los dos destaca en su catálogo, especialmente el Volkswagen, que apenas dispone de algunos detalles diferenciadores respecto a un Golf cualquiera. En el Lexus la teoría es todavía más sencilla: no hay otra opción mecánica en su oferta.
Lo mismo ocurre en el habitáculo, ambos pasando desapercibidos para el ojo no experto. Puede que el único detalle que los delate sea su cuadro de mandos, que remplaza el cuentavueltas por un potenciómetro (en el Volkswagen Golf GTE se mantiene uno diminuto), o los selectores de los modos de conducción, en ambos disponible uno que fuerza la entrada del motor eléctrico.
Suman incluso un cierto aire deportivo, particularmente en el alemán, que emplea asientos deportivos con tapicería en tartán de color azul, calcados a los del GTI, en esa ocasión en rojo.
En ese espacio se han colocado las baterías, por ahora uno de los grandes inconvenientes de los híbridos enchufables por su mayor tamaño.
Ambos vehículos acuden a tecnología híbrida, es decir, a la combinación de dos tipos de energía. No obstante, cada uno toma su propio camino. ¿Sus intenciones? Prácticamente las mismas, y veremos que con un resultado sorprendentemente similar.
Y aquí particularmente entra en juego el uso al que se dedicará cada uno de ellos, pudiendo obtener una conclusión completamente inesperada.
Para empezar, el Lexus CT 200h utiliza la misma planta motriz que el Toyota Prius de anterior generación, toda una garantía. El motor térmico de gasolina y 1,8 litros genera 99 CV de potencia, apoyado en una unidad eléctrica de 82 CV.
El conjunto entrega 136 CV, una cifra que lo sitúa en la media del segmento compacto. En contrapartida, su consumo homologado de solo 4,1 l/100 km se aleja de los registros habituales en esta franja de potencia.
Su rival, el Volkswagen Golf GTE, aumenta el tamaño de su batería (8,8 kWh) y permite conectarlo a la red. De esta manera obtiene 50 kilómetros homologados de autonomía eléctrica, que se complementan con una potencia conjunta de 204 CV que parte de la combinación entre el motor térmico 1.4 TSI de 150 CV y el bloque eléctrico de 102 CV. Su consumo medio es de 1,7 l/100 km, irrisorio frente a su competencia.
Una vez repasada la teoría, debemos poner en práctica lo aprendido. Partimos de la base de un recorrido idéntico para ambos, dos trayectos de ida y vuelta de 15 kilómetros cada uno combinando carretera y ciudad en proporción 70/30, con una única posibilidad de cargar al día.
El Lexus CT 200h comienza sorprendiendo, algo a esperar. Su sistema de gestión permite que el motor térmico funcione lo justo, sobre todo en atascos, cuando es el eléctrico el que nos impulsa a baja velocidad; a más de 70 km/h no es posible disponer solo de la potencia eléctrica, una desventaja que se suma a la extrema sensibilidad que exige el acelerador para evitar la entrada en acción de la mecánica gasolina.
Sin embargo, la conducción despreocupada nos devuelve un gasto de 4,5 l/100 km, muy buena cifra de partida.
Por su parte, el mismo trayecto es más favorable al Volkswagen Golf GTE, que con una carga completa es capaz de completar el recorrido. La autonomía en condiciones reales baja hasta unos 35-40 kilómetros, dependiendo de las condiciones.
Sin embargo, sus 102 CV se muestran mucho más voluntariosos, sin necesidad de emplear el motor térmico en prácticamente ninguna circunstancia. Podemos rodar forzando el modo eléctrico o empleando el programa Hybrid Auto, con el que el propio sistema decide qué motor elegir.
Adicionalmente, el modo GTE exprime la potencia de ambos propulsores y afina el comportamiento de la suspensión, la dirección y el cambio.
Es más agradable, pues naturaliza la conducción, pero algo menos eficiente a efectos prácticos desde el momento en que el CVT del japonés aprovecha mejor la fuerza del motor, a cambio de un tacto más artificial.
En contrapartida, el empuje del japonés queda eclipsado frente al alemán, que parece tener en todo momento una respuesta más viva, independientemente de la diferencia de potencia.
No, en un híbrido no son todo ventajas, y empezamos por el Volkswagen Golf GTE. Efectivamente, ofrece un tacto más deportivo, pero también resulta más engorroso de usar. Me explico. Si queremos sacarle el máximo partido, tenemos que enchufarlo cada vez que lleguemos a nuestra estación de carga, lo que supone estar pendiente del cable, puesto que un híbrido enchufable tiene más sentido cuanto más exprimimos el motor eléctrico.
Es sencillo, el coste de adquisición es claramente superior, pero el precio de una carga completa es de alrededor de 2,5 euros. Haciendo cuentas, son unos 5 euros/100 km, frente a unos 8 euros/100 km de un Golf gasolina con potencia similar.
Pesa 229 kilos más que un Golf GTI, cifras que no ayudan a reducir el gasto. Eso sí, cuando la electricidad se acaba, entra en funcionamiento el sistema híbrido convencional, reduciendo consumos en la urbe.
El Lexus CT 200h, en la otra mano, es más sencillo en todos los aspectos; se trata simplemente de repostar y hacer kilómetros, olvidándonos de los enchufes, del precio de la tarifa de la luz o de instalar un punto de carga en nuestro garaje. De hecho, podemos olvidarnos directamente de tener garaje.
Su precio es mucho menor, y demuestra que el vehículo híbrido está ya más que popularizado, aunque la tarifa siempre es superior a la de un gasolina convencional.
No podemos comparar en la propia gama Lexus CT 200h puesto que no hay variante no híbrida, sin embargo un Volkswagen Golf TSI 125 CV en acabado Advance, análogo, es significativamente más asequible.
La tecnología híbrida cada vez tiene más sentido, pero todavía hay que pararse a pensar qué nos conviene más.
El menor precio del Lexus es probablemente su mayor atractivo, sumado a un consumo francamente reducido que permite olvidarnos de un motor diésel.
Sin embargo, la mayor tarifa del Golf puede estar perfectamente justificada si disponemos de una toma de carga de manera habitual. En otras palabras, cuanto más podamos cargar el coche más partido lo estaremos sacando. Una vez agotada la autonomía eléctrica, sus argumentos pierden valía, equiparándose entonces al funcionamiento de su rival.
Siempre y solo siempre que dispongamos de un garaje con punto de recarga, el Golf me parece mejor opción, sobre todo de cara a futuras restricciones en ciudad. El Lexus es una compra más racional y justificable a corto plazo.
Texto: Eduardo Lausín.
Fotos: Paloma Soria.
Volkswagen Golf GTE | Lexus CT 200h | |
Imagen | 5 | 4 |
Acabados | 4 | 3 |
Puesto de conducción | 4 | 4 |
Habitabilidad | 4 | 4 |
Maletero | 3 | 4 |
Motor | 5 | 3 |
Recuperación | 4 | 4 |
Prestaciones | 4 | 3 |
Dirección | 4 | 5 |
Caja de cambios | 5 | 3 |
Frenos | 4 | 4 |
Estabilidad | 4 | 5 |
Consumo | 4 | 5 |
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
Motor térmico | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.395 cm3 |
Potencia | 150 CV entre 5.000 y 6.000 rpm |
Par | 250 Nm entre 1.500 y 3.500 rpm |
Motor eléctrico | Síncrono de imán permanente |
Potencia | 102 CV |
Par máximo | 330 Nm |
Motor híbrido | Sistema híbrido eléctrico-gasolina |
Potencia combinada | 204 CV |
Par máximo combinado | 350 Nm. |
Velocidad máxima | 222 km/h |
Aceleración | 7,6 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 1,7 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.276 / 1.799 / 1.484 mm |
Neumáticos | 225 / 45 R 17 |
Peso en vacío | 1.615 kg |
Maletero | 272 l |
Precio base | 40.250 euros |
Motor térmico | Gasolina, 4 cilindros en línea, atmosférico |
Cilindrada | 1.798 cm3 |
Potencia | 99 CV a 5.200 rpm |
Par | 142 Nm entre 2.800 y 4.400 rpm |
Motor eléctrico | Síncrono de imán permanente |
Potencia | 82 CV |
Par máximo | 207 Nm |
Motor híbrido | Sistema híbrido eléctrico-gasolina |
Potencia combinada | 136 CV |
Par máximo combinado | N.D. |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Aceleración | 10,3 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 4,1 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.350 / 1.765 / 1.450 mm |
Neumáticos | 215 / 45 R 17 |
Peso en vacío | 1.485 kg |
Maletero | 275 l |
Precio base | 31.200 euros |
DE SERIE. Airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, airbags de cabeza y airbag de rodilla para conductor; control de tracción; sistema antibloqueo de frenos ABS; preparación ante colisiones Precrash; detector de fatiga; control de estabilidad ESP con función XDS; asistente delantero de distancia de seguridad Front Assist; tren de rodaje deportivo; sistema de monitorización de presión de los neumáticos; sensor de iluminación y lluvia; freno de estacionamiento eléctrico; sensores de parking delanteros y traseros Park Pilot; retrovisor interior electrocrómico; asientos delanteros deportivos; tapicería de tela Clark; climatizador bizona; Radio CD con MP3; conexión auxiliar; puerto USB; Bluetooth; volante multifunción acabado en cuero con levas para el cambio y llantas de aleación de 17 pulgadas.
OPCIONES. Cámara trasera de asistencia al aparcamiento (250 euros); regulación adaptativa del tren de rodaje DCC (840 euros); asistente de velocidad de crucero (335 euros); asistente de mantenimiento de carril Lane Assist (575 euros); faros de bixenón (745 euros); acceso sin llave Keyless Access (345 euros); sistema de navegación Discover Pro con pantalla de 8,0 pulgadas (1.930 euros); y techo eléctrico corredizo (1.010 euros).
DE SERIE. Airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, airbags de cabeza delanteros y traseros, airbags de rodilla delanteros; control de tracción; sistema antibloqueo de frenos ABS; asistente en frenadas de emergencia BAS; repartidor electrónico de la fuerza de frenado EBD; control de estabilidad VSC; asistente de arranque en pendiente HAC; control de presión de neumáticos; faros y pilotos con tecnología de tipo LED; control de velocidad de crucero; cámara de visión trasera; control dinámico de la conducción; climatizador automático bizona; sensor de lluvia; retrovisor interior electrocrómico; acceso y arranque si llave; Radio CD MP3; conexiones USB y AUX; Bluetooth; pantalla de 7,0 pulgadas Lexus Media Display; tapicería mixta de tela y cuero; volante multifunción; y llantas de aleación de 17 pulgadas.
OPCIONES. Sensores de aparcamiento traseros (400 euros) y Navibox –incluye navegador, guía por voz, indicaciones de radares fijos y límites de velocidad– (1.550 euros).