El Volkswagen Golf llegó con una difícil tarea, sustituir al Volkswagen Beetle, un icono ahora pero que fue el encargado de motorizar al pueblo alemán en una época realmente complicada. Ahora, cuando el Golf cumple 45 años nos encargamos de hacer un repaso de este modelo que nació en la mesa de diseño de Giorgetto Giugiaro, quien eliminó las líneas redondas del Beetle y se decantó por las más angulares del nuevo Golf. Repasaremos la historia de este icónico modelo a través de sus versiones más emblemáticas.
Texto: Carlos Pascual.
Dos años después del inicio de su comercialización aparece, casi por accidente, la versión más dinámica del modelo: el GTI. Las siglas de Gran Turismo Inyección no serían lo mismo sin el modelo que las inventó. Este equipaba un propulsor de 1,6 litros con 110 CV de potencia a 6.100 rpm, no es demasiado pero su peso ligero y ser el primero de los compactos con aspiraciones deportivas lo convirtieron en un objeto de deseo y en un icono.
Todavía con la primera generación del Golf nace en 1982 el GTD, la versión diésel más potente. Este buscaba desestigmatizar al combustible de los vehículos industriales e introducirlo con éxito en los coches particulares. Los acabados eran idénticos a los del GTI, pero su propulsor era un diésel de 1,6 litros y 70 CV de potencia.
El primer SUV de occidente. En 1990 se realizó un Volkswagen Golf todoterreno… o apto para darse un paseo por el campo. Este estaba sobreelevado y equipaba llantas, neumáticos y paragolpes específicos. Bajo el capó se disponía un motor de 1,8 litros con 90 CV asociado al sistema de tracción integral Syncro.
Una bestia de competición con dos motores, uno sobre cada eje. Este coche único se diseñó y preparó para la afamada competición de Peaks Peak (una de las subidas en cuesta más conocidas del mundo). Se encuentra en el museo de Volkswagen. Gracias a la incorporación de los dos motores sobrealimentados podía propulsarse con más de 600 CV de potencia. Cuenta la leyenda que pudo haber conseguido la victoria de no haber sufrido una avería a solo unas curvas de la meta. Habría ganado a Walter Rohrl con su Audi Quattro S1 Grupo B del mundial de Rallys. Y eso son palabras mayores.
Genial combinación del espíritu GTI y los sistemas de tracción integral Syncro. Un Volkswagen Golf con una estética diferente, faros rectangulares, pasos de rueda ensanchados y paragolpes de fibra. Incorporaba el motor del G60 con 160 CV de potencia de un 1,8 litros sobrealimentado mediante compresor. La producción se limitó a 5.000 unidades. También hubo una versión Limited con idénticas características de chasis pero con 211 CV gracias a la incorporación de una culata de 16 válvulas.
Con la llegada de la tercera generación se cambiaron algunas cosas, ya existían nuevas normativas de seguridad y el Volkswagen Golf mejoró su calidad. Fue acusado de aburguesamiento y de vehículo gastón. Lo cierto es que todavía es posible ver muchos en circulación, especialmente los GTI de 8 válvulas. Entonces decidieron introducir una nueva motorización de gasolina más potente, el VR6. Se trataba de un V6 a 15 grados que posibilitaba la incorporación de un propulsor de 2,8 o 2,9 litros de cilindrada, en función de la equipación de un sistema de tracción simple o integral. El más pequeño de ellos aportaba 174 CV al compacto, mientras que el superior llegaba a los 190 CV.
Un compacto de ensueño, al menos sobre el papel. Este equipaba un motor de V estrecha (VR6) se seis cilindros con 3,2 litros de cilindrada. En su primera versión lograba 241 CV de potencia, mientras que con el cambio de generación alcanzó los 250 CV. Es idéntico al equipado por el Porsche Cayenne básico y siempre se asociaba a un sistema de tracción integral 4Motion.
El sucesor natural del R32, también con dos generaciones en su haber. Debido a las restricciones de elementos contaminantes y a la facilidad para exprimir potencia de los motores 2.0 TFSI de Volkswagen en la sexta generación se sustituyó el V6 por un 2,0 litros turboalimentado de 265 CV. Para la séptima generación ya tenía 300 CV y tras el restyling alcanzó los 310. Por el momento es el Golf de producción más potente de la historia, aunque no el más rápido.
La primera incursión del Golf en las mecánicas híbridas enchufables. Este goza de la pegatina 0 de la DGT en nuestro país y llegó con la última generación del modelo. Combina un motor de gasolina con 150 CV y otro eléctrico, juntos alcanzan los 204 CV de potencia. Es capaz de realizar 50 km sin encender el motor de combustión.
El más deportivo de todos. Se fabricó de forma limitada y con dos versiones: la estándar y la “S” sin asientos traseros y una puesta a punto más radical. Esta última versión tuvo el honor de ser el compacto más rápido en Nürburgring. Ahora se ha reeditado un modelo que recupera la impronta de aquel el Golf GTI TCR pero sin limitación de unidades. Equipan el 2.0 TSI con 265 CV y función overboost que le hace llegar hasta los 290 CV, todos ellos trasladados al eje delantero y controlados por un diferencial de discos que regulan de forma electrónica.