Volkswagen se ha visto obligada a dar un paso más para arreglar el problema del Dieselgate. La compañía tendrá que recomprar los vehículos equipados con los motores diésel afectados en las ciudades de Arnsberg y Baureuth, en Alemania.
Varios clientes de ambas ciudades habían denunciado a la marca alemana, una situación que ha empujado a los tribunales a obligar a Volkswagen a recomprar los vehículos. Se trata de una decisión pionera en Europa pero que ya habían llevado a cabo en Estados Unidos.
Si tienes uno de los coches afectados, no lo celebres, ya que la marca alemana ha declarado que se trata de un acuerdo excepcional y no tienen pensado extenderlo a más países o ciudades. Es solo una pequeña victoria teniendo en cuenta que, solo en Europa, se han visto afectados 8,5 millones de clientes.
Volkswagen ha declarado en reiteradas ocasiones que no ha incumplido la normativa europea, ya que sus vehículos, a pesar de ser más contaminantes de lo que anunciaban, siguen estando por debajo de los límites máximos permitidos. En Estados Unidos, en cambio, las leyes son más restrictivas y ya han tenido que desembolsar más de 25 billones de dólares (más de 22 billones de euros) en indemnizaciones, multas e impuestos.
Los clientes europeos lo único que pueden solicitar es una extensión de la garantía de dos años. Si quieren que la compensación sea mayor, tendrán que acabar en los tribunales y esperar al veredicto del juez. Es por ello que los clientes británicos y holandeses de Volkswagen afectados por este fraude se han unido para pedir que el fabricante los compense. Ya han recogido 140.000 firmas, de las 222.000 que esperan llegar a tener.