Elevada autonomía y recarga rápida se dan en un eléctrico, el Volkswagen BUDD-e, que incluye un sistema de control por gestos, solución para futuros modelos de producción.
¿Cuáles son las principales carencias que sufren los actuales eléctricos? Una autonomía limitada y un periodo largo de recarga. El Volkswagen BUDD-e borra de un plumazo esos problemas y demuestra que la era eficiente está cada vez más cerca. Fabricado a partir de la plataforma modular “MEB”, específica para vehículos eléctricos, cuenta con dos motores, uno para mover las ruedas delanteras y otro, las traseras. Por lo tanto, cuenta con tracción a las cuatro ruedas. La potencia conjunta llega a 317 CV, cifra que asegura buenas prestaciones: de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos. ¿Y la distancia sin “repostar”? Nada menos que quinientos treinta y tres kilómetros.
Control por gestos
El prototipo alemán también sobresale porque la batería tarda únicamente en cargarse al 80 por ciento en treinta minutos. Se acabaron las horas de espera para volver a poner en marcha el coche… En el habitáculo, merece destacar el sistema de control por gestos del sistema multimedia, que será utilizado en futuros modelos de producción del fabricante germano. También las órdenes por voz son más naturales. De este modo, se puede decir “hace demasiado calor” y el sistema bajará automáticamente la temperatura del climatizador.
El Volkswagen BUDD-e posee un voluminoso compartimento portaobjetos que sale del paragolpes trasero y también dos cámaras que hacen la función de los retrovisores, proyectando las imágenes que recogen en pantallas curvas del habitáculo. La tecnología al servicio de la automoción queda reflejado en este ejercicio de estilo, que da luz a la tecnología eléctrica del futuro.
