El Nissan Juke ya sorprendió a todos cuando llegó hace casi una década y ahora lo vuelve a hacer. Esta segunda generación se presenta con un diseño que impresiona, una vez más, nuevas cotas de calidad y comodidad, y con una carga tecnológica que lo acerca al nivel 2 de conducción autónoma.
No le queda otra si quiere seguir destacando en un segmento que prácticamente creó él. Y es que cuando aterrizó en nuestras calles hace una década muchos miraron con cara de extrañeza aquel vehículo de estilo campero y tamaño compacto destinado a la ciudad. Entonces Nissan quiso repetir la jugada (y el éxito) que ya habían logrado con el Nissan Qashqai solo unos años antes.
Cuando llegó, el segmento de los SUV urbanos era un páramo. No había nadie, tan solo competía contra algunas versiones camperas de urbanos y compactos que bregaban por ampliar sus ventas.
Hoy día, todas las marcas de volumen cuentan con un representante aquí, con una lista que cada poco tiempo aumenta. Es por esto que, el Nissan Juke, una vez más, ha tenido que buscar la manera de destacarse en un mercado copado de opciones de lo más variopintas.
A un diseño arriesgado y una respuesta a la altura de lo esperado (como se puede apreciar en nuestra videoprueba), suma una importante carga tecnológica, tanto en cuestiones de ayudas a la conducción como de conectividad.
De entre los primeros destaca la presencia del sistema ProPilot, donde una serie de radares y cámaras controlan la posición del vehículo y ajustan la dirección y velocidad en caso de salir del carril para devolverlo al lugar que le corresponde o acercarse a otro vehículo que le precede, al mismo tiempo que es capaz de frenar en caso de que se le cruce un peatón.
Además, mediante la aplicación Nissan Connect uno puede estar al tanto desde su teléfono móvil de la situación en la que se encuentra su vehículo, si están cerradas las puertas, la presión de sus neumáticos o las visitas al taller que requiere, al mismo tiempo que puede enviar rutas de navegación al infoentretenimiento del coche, por ejemplo.
Pero la tecnología no solo se centra en la seguridad, también en la comodidad y el disfrute del viaje. Así, entre otras novedades incluye el sistema Bose Personal Plus donde ocho altavoces harán disfrutar de la música entre los que se incluyen dos situados en los reposacabezas delanteros.
Por el momento solo estará disponible con una mecánica de gasolina, un tricilíndrico de 1,0 litros, 117 CV que puede ir unido a un cambio automático de 7 relaciones o manual de 6.
Más adelante llegarán nuevas mecánicas entre las que se podrían encontrar opciones híbridas.