El Ford Puma se muestra como un SUV polivalente, con grandes capacidades dentro y fuera del asfalto, y más de un secreto.
Muchos recordarán aquel urbano cupé que en la década de los 90 se situaba como objeto de deseo de aquellos que buscaban nuevas sensaciones al volante. Aquella historia acabó, aunque ese espíritu lo hereda este SUV semicompacto con aire deportivo, buenas hechuras, altas dosis de calidad y tecnología, y originalidad en su planteamiento. Este Ford Puma sorprende por polivalencia, comportamiento y porque pone al alcance de muchos la etiqueta ECO tan necesaria para la gran ciudad.
En un momento en el que los SUV dominan el mercado, gusta encontrar algo que escape de la tónica general. Se desmarca de la tónica general con un diseño que llama la atención por su estilo deportivo (contiene trazas del Ford GT) con los faros en posición muy alta, su amplia parrilla, sus líneas sinuosas y su suave caída del techo a partir del pilar central.
Esta fórmula la completa en la zaga con una cintura muy alta, lo que reduce el tamaño de la luna trasera, algo que no incomoda en la visión del retrovisor; y un paragolpes que también rezuma deportividad.
Vehículo de alta gama
Asentada como una de las firmas más destacadas del segmento de las generalistas, Ford lleva mucho tiempo haciendo las cosas muy bien. Ya avisó de sus capacidades con los acabados Vignale y, ahora, con el Ford Puma, ha dado un paso más allá.
Llama a la puerta del escalón Premium con un modelo que llega con instrumentación digital (12,3 pulgadas), pantalla táctil de 8 pulgadas, una gran sensación de comodidad y calidad gracias a los nuevos materiales empleados en los asientos y guarnecidos, y un amplio elenco de sistemas tecnológicos destinados a mejorar la comodidad (como por ejemplo el masaje lumbar en las plazas delanteras) y la seguridad (alerta de salida y mantenimiento de carril así como control de velocidad de crucero).
Las plazas delanteras van bien surtidas de espacio, el puesto de conducción deja mucha libertad de movimiento para rodillas y brazos, mientras que en las traseras viajarán mejor dos ocupantes, y no tres, los cuáles acogen con solvencia a personas de hasta 1,85 metros.
Un mundo de oportunidades
Finalmente, el maletero ofrece un mundo de oportunidades. Se muestra como uno de los más espaciosos del mercado con 457 litros. Uno de sus secretos es el Megabox. Bajo el suelo esconde un espacio en el hueco en el que podría ir la rueda de repuesto (desde Ford apuntan a que solo el 10 % de los usuarios la solicita). Aquí se ha dispuesto un hueco extra con un tapón abajo para que su limpieza sea mucho más fácil.
Así, a los elementos que uno guarda lejos del ojo ajeno se pueden sumar aquellos que manchan las moquetas del habitáculo, tales como equipamiento de deporte o bolsas de compra que dejen olores.
Suave, silencioso y muy solvente
El Ford Puma está disponible actualmente con el motor tricilíndrico 1.0 EcoBoost con dos niveles de potencia: 125 CV o 155 CV. Este propulsor de gasolina solo se ofrece actualmente junto a un cambio manual de seis relaciones aunque a partir de mayo se podrá acompañar de un cambio automático de 7 relaciones. En la misma fecha llegará una opción diésel, un 1.5 BlueHDi de 120 CV.
Además, en el primer caso, se podrá instalar un arrancador/generador de 48 V junto a la caja de cambios, una tecnología que se conoce como microhibridación y que tiene un coste adicional de 350 euros, que promete un ahorro del 9 % del combustible y que contará con etiqueta ECO de la DGT.
El vehículo es suave en su transitar. Se ha logrado un buen aislamiento del habitáculo y solo se escucha el latir del motor cuando se revoluciona en exceso, con ese ruido tan característico de los tricilíndricos. Sin embargo, no hará falta encabritarlo para lograr una buena respuesta. Gracias a un buen reprís y teniendo en cuenta que es gasolina, se mueve con garantías desde la zona baja del cuentarrevoluciones.
A pesar de su aspecto campero, el Ford Puma está concebido para la gran ciudad, sorprende su gran maniobrabilidad, pero no renuncia a hacer kilómetros sobre asfalto ni a salir de este. Cuenta con cinco programas de conducción: Normal, ECO, Sport, Deslizante y Pista, siendo los dos últimos diseñados para la conducción off-road.
No cuenta con tracción total en oferta, pero estas ayudas electrónicas la suplirán en muchos momentos de la conducción en pistas forestales.
Desde 21.900 euros
El Ford Puma está disponible con tres acabados: Titanium, ST-Line X y ST-Line, aunque pronto se espera que aumente su oferta. Su gama de precios comienza en los 21.925 euros, ya se puede adquirir y las primeras entregas serán en abril.