Los vehículos de gas licuado de petróleo, autogas o GLP han despegado sus ventas definitivamente en España. Según los datos de la DGT, recogidos por la Asociación Española de Operadores de GLP (AOGLP), las unidades nuevas vendidas en el primer semestre de este año se quintuplicaron con respecto al mismo periodo del año anterior.
El número total de coches nuevos GLP vendidos ascendió, de enero a junio de 2018, en 7.638 unidades. Por otro lado, en el capítulo de las transformaciones de combustión interna a autogas, se realizaron 2.832, lo que supone un 40% más con respecto a la primera mitad de 2017. Así, sumando nuevas matriculaciones y coches transformados, el parque móvil de GLP en España ha aumentado en más de 10.400 vehículos.
Los datos también reflejan qué marcas son las preferidas por los conductores españoles a la hora de comprar un GLP nuevo. Fiat , Opel y Dacia se llevan casi el total de las ventas, con un 89% del total de unidades. Estas marcas poseen además incrementos superiores al 300% en comparación con el primer semestre de 2017.
Aun así, a pesar de los buenos datos, el segmento del autogas en España aún es minoritario, con un 1,2% de cuota de mercado sobre el total de matriculaciones del mes de junio. No obstante, si lo comparamos con las otras opciones de movilidad por gas (GNV y GNC) el gas licuado de petróleo vende más y su cuota es un 0,76% más alta que el primero, y 0,9% más que el segundo.
Este aumento de ventas, y de adaptaciones de motor, coincide con un momento de cambio en la movilidad, sobre todo urbana. Los GLP se erigen como una alternativa muy atractiva para moverse por la ciudad por su distintivo ECO, teniendo en cuenta las restricciones por contaminación a los coches tradicionales de gasolina y diésel.
Los coches de autogas resultan además más económicos a medio y largo plazo en términos de consumo, según las marcas. El gas licuado de petróleo se puede repostar ya en una amplia red de gasolineras y resulta más barato, más de un 50%, que llenar un depósito de gasolina. Además, su compra está bonificada gracias a los planes estatales Movea o Movalt, que promueven la compra de los vehículos de bajas emisiones.