Fue una de las noticias con las que se despidió el año 2018 y que ahora entra en vigor. La velocidad máxima de las carreteras secundarias se reduce a partir de hoy a 90 km/h. El motivo de esta iniciativa de la DGT que siguió el Gobierno dirigido por Pedro Sánchez con la modificación del artículo 48 del Reglamento General de Circulación está encaminado a reducir las víctimas de tráfico en este tipo de vías.
Recordemos que desde ahora, las vías que estaban limitadas a 100 km/h pasarán a ser de 90 km/h como máxima para coches y motos mientras que se reducirá a 80 km/h para los vehículos comerciales, autobuses, camiones y coches con remolque. La única salvedad serán las carreteras que tengan una separación de un muro entre los carriles de ambos sentidos.
Esta medida tendrá un coste de 526.000 euros más IVA, supondrá el cambio de 2.719 señales y afectará a unos 7.000 kilómetros de nuestras carreteras, según cifras de la DGT. A estas habrá que sumar las que hayan tenido que realizar las comunidades autónomas y las diputaciones en sus propias carreteras.
Reducir el número de fallecidos
La nueva limitación persigue reducir el número de fallecidos en nuestras carreteras. En 2018, hasta 877 personas perdieron la vida en las carreteras convencionales (entre el 75 y el 80 % del total, un porcentaje que se ha repetido en los últimos cinco años). Y se alude directamente al exceso de velocidad como el causante de en torno a 400 fallecidos en 2018.
El accidente más frecuente en las carreteras nacionales y que mayor número de víctimas representa es el de salidas de carretera, algo que está directamente relacionado con el exceso de velocidad. Representa en torno al 40 % del total de accidentes. El segundo caso más repetido es el de las colisiones frontales, con un 27 % de los casos, algo que también puede achacarse en muchos casos al exceso de velocidad, bien por no poder completar con éxito los ejercicios de adelantamiento o bien porque al exceder la velocidad el conductor tiende a acercarse al centro de la carretera invadiendo, en muchas ocasiones, el sentido contrario.
Las cifras mágicas
Diversos estudios señalan cómo afectaría a la seguridad vial la reducción de los límites de velocidad. Así, apuntan a un primer dato, la probabilidad de fallecer en un accidente de carretera en una vía secundaria es 2,7 veces superior en una carretera secundaria que en una autovía o autopista. Por otro lado, reducir en 5 km/h el límite de velocidad en estas vías ayudaría a evitar un 28 % de los accidentes mortales.
Finalmente se apoyan en un hecho comprobado, no solo en estudios. En Suecia consiguieron reducir un 42 % los fallecidos en sus carreteras reduciendo la máxima de 90 km/h a 80 km/h. ¿Será ese el siguiente paso? No está confirmado, lo que sí es cierto es que desde la DGT se han propuesto aumentar el control y la vigilancia de la velocidad en las vías secundarias.