Los 16 modelos diésel homologados analizados por el Ministerio de Economía e Industria superan los límites de óxido de nitrógeno (NOx) permitidos por la normativa europea (euro 5 y Euro 6) durante las pruebas de conducción real. Sin embargo, esos mismos vehículos sí habían superado los tests de emisiones realizados en un laboratorio.
Bruselas pidió a varios Estados un estudio de las emisiones reales de los vehículos después del escándalo de Volkswagen y los resultados de las pruebas españolas coinciden con los informes realizados por otros países como Alemania, Francia y Reino Unido.
Entre diciembre de 2015 y agosto de 2016, Industria ha comprobado las emisiones durante la conducción real en 16 modelos de las marcas Seat, Ford, Nissan, Volvo y Ssangyong y todos ellos daban valores de entre 1,8 y 12,6 veces mayores de lo estipulado por la legislación para el NOx. A partir de septiembre, y para evitar casos como este, en Europa se incluirán pruebas de circulación real para homologar un coche nuevo. Hasta ahora, solo era obligatoria la prueba de laboratorio.
Todos los modelos analizados habían sido homologados por España y eso les permitía circular por toda Europa. Los vehículos de Ssangyong, de los que se analizaron dos coches del mismo modelo, y los cuatro modelos analizados de Nissan son los que más han superado los niveles permitidos.
Los fabricantes han explicado que esto se debe a que algunos de los dispositivos de control de emisiones son desactivados cuando la temperatura ambiente no se encuentra en unos márgenes concretos por motivos de seguridad del coche. Aunque esto está permitido por la regulación y el Ministerio ha aceptado estas explicaciones, a partir de ahora los fabricantes tendrán que especificar en qué circunstancias se activan y se desactivan estos dispositivos.
La Comisión Europea abrió el pasado diciembre un procedimiento de infracción a España por no sancionar a Volkswagen por haber manipulado los dispositivos para ocultar las emisiones reales. En ese mismo documento, pidió un estudio sobre las emisiones de varias marcas. Aunque en principio España se comprometió a analizar 30 vehículos, al final, por motivos presupuestarios, solo han sido 16.
A pesar de haber realizado el informe, para Bruselas no ha sido suficiente y espera recibir pronto un informe final más completo, ya que el actual solo tiene 34 páginas. Desde Europa sospechan que España no colabora en la investigación por la brevedad del informe y por el hecho de que el Gobierno se ha negado a publicarlo hasta que se ha visto obligado por al Ley de Transparencia a petición de las ONG Ecodes y Transport and Environment.