En plena cruzada contra el diésel en España, la asociación de fabricantes de vehículos ANFAC ha pedido “moderación” al gobierno en sus planes de subir los impuestos a los coches que usen este combustible. Su presidente, José Vicente de los Mozos, también ha propuesto al ejecutivo unificar el impuesto de matriculación con el de circulación.
El objetivo, según la patronal, es establecer una fiscalidad verde, unificada y en favor del consumidor, recoge ABC. La unión de estos dos impuestos en uno se establecería conforme a las emisiones de CO2 que emita cada vehículo. Una medida que, en su opinión, no tendría “ningún coste adicional” para el Estado.
Homologación de emisiones
La petición debería ponerse en vigor coincidiendo con la puesta en marcha del nuevo método de homologación de emisiones WLTP, aplicable a todos los coches nuevos a partir del mes de septiembre. El WLTP es el nuevo test de emisiones europeo, más actualizado y realista que el anterior NEDC. La inédita homologación, según ANFAC, afectará a las ventas, que podrán caer un 10% en 2019.
Por ello, el nuevo sistema de impuestos unificado es para ANFAC una de las soluciones a la crisis del diésel y las emisiones, además de la renovación del parque automovilístico nacional. “Los 14,5 millones de vehículos de más de diez años que circulan por España emiten un 90% más de emisiones de NOx y partículas que los actuales. En Europa, sólo existen normativas relacionadas con poner una fecha, a medio y largo plazo, para la prohibición de los vehículos más antiguos”, explican en un comunicado.
Diésel eficiente
Para la patronal de fabricantes de vehículos los coches diésel son los que más contribuyen a la reducción de los niveles de CO2 en la atmósfera y a mitigar los efectos del cambio climático. “Si las compras de vehículos de gasolina se dispara en detrimento del diésel, España tendrá dificultades para cumplir sus objetivos de reducción de emisiones en la UE”, reza el comunicado de ANFAC.
Por último, la asociación ha pedido al gobierno que ponga en marcha el programa VEA para estimular la compra de vehículos híbridos, eléctricos y de gas mediante ayudas. De esta forma, se avanzará en la “descarbonización” del transporte y en un modelo de movilidad de bajas emisiones justo para la industria y los consumidores.