Un grupo de alumnos ha diseñado el prototipo uBox de Toyota, dirigido principalmente a un público emprendedor y joven nacido en la última década del siglo XX.
El más reciente de los prototipos de Toyota tiene su origen en la arcilla roja de Carolina del Sur, Estados Unidos. Creado y fabricado a mano por alumnos del Centro Internacional de Investigación en Automoción de la Universidad de Clemson, el innovador uBox pretende atraer a la próxima generación de compradores de vehículos: la Generación Z o los nacidos en la última década del siglo XX.
UBox nace de la colaboración de dos años entre CU-ICAR y diseñadores e ingenieros de Toyota Motor North America. Denominado además como el “Deep Orange“, el proyecto sumerge a los alumnos en el mundo del diseño de automóviles, desde los estudios de mercado hasta la ingeniería y fabricación.
Características muy peculiares
Pero, concretamente, ¿a qué tipo de cliente está enfocado el uBox? Principalmente hacia el joven emprendedor que busca un vehículo que le resulte útil para actividades recreativas durante el fin de semana, pero que también pueda ofrecerle un espacio de oficina u otros usos profesionales o personales durante la semana.
Características destacadas:
- Diseño juvenil y audaz, con una presencia poderosa que transmite movimiento hacia delante, incluso estando parado.
- Un interior versátil que puede reordenarse para distintas actividades, desde trabajar hasta transportar cargas voluminosas.
- Baja altura del suelo que permite montar unos asientos modulables y extraíbles sobre unos raíles deslizantes.
- Rejillas de ventilación, contornos de las pantallas del salpicadero y acabados de las puertas que se pueden personalizar y materializar con tecnología de impresión tridimensional. Además, existe una comunidad en línea para que los propietarios puedan compartir ideas de diseño.
- Un motor compacto, totalmente eléctrico y de doble uso, que ofrece una conducción apasionante y energía sin emisiones para alimentar aparatos electrónicos y todo tipo de dispositivos, a través de varias tomas de 110 V situadas en el interior y el exterior.
Una colaboración fructífera
Paul Venhovens, catedrático de Integración de Sistemas de Automoción en el CU-ICAR, afirmó que “la colaboración con Toyota había resultado tremendamente fructífera”, sobre todo después de “obligar” a los alumnos a justificar las decisiones que tomaron a la hora de elegir el diseño y la ingeniería que conformaban el coche. “Se trata de experiencia que, sencillamente, no se aprende en los libros de texto”, concluía el catedrático Paul Venhovens.
“Deep Orange ofrece a los alumnos una experiencia práctica con el proceso de desarrollo de automóviles, desde la detección de oportunidades en el mercado hasta la fabricación del vehículo”, explica, por su parte, Johnell Brooks, profesor asociado de la carrera de Ingeniería en la Universidad Clemson.