De hecho, según los datos que ha compartido esta última empresa, los trayectos con destino a la zona más céntrica de la ciudad han aumentado un 20 %. Una cifra que también trae de la mano el aumento del número de viajes que los madrileños realizan en vehículos VTC dentro del área delimitada como Madrid Central, pues en solo una semana se ha incrementado un 18 %.
En base a estos datos, se puede decir que las empresas de VTC están siendo las grandes beneficiadas de Madrid Central. Como citan en este medio, Mariano Silveyra, responsable de Cabify en Europa, asegura que “en el último año, utilizan Cabify un 50 % más de madrileños que en 2017”. Por ello, indica que ahora “para la movilidad se tiene que pensar en el ciudadano y en este sentido, Madrid abre ahora a tener un debate productivo sobre la movilidad que los ciudadanos quieren tener”.
De hecho, este criterio también lo comparten en el colectivo de taxistas. La asociación Fedetaxi está completamente a favor de la iniciativa Madrid Central. Aseguran que se reducirán los atascos y, por tanto, los servicios que ofrecerán serán “más rápidos y económicos”.
El hecho de que empresas como Uber y Cabify estén convirtiéndose en una opción tan demandada por los ciudadanos hace que el Ayuntamiento inicie los trámites para regular más su actividad. Según recoge El País, a partir del próximo lunes 10 de diciembre el gobierno de la alcaldesa Manuela Carmena empezará a investigar sobre cuáles deben ser las limitaciones de estos vehículos. Especialmente para saber si deben imponer licencias municipales o determinar cómo minimizar la ocupación y el uso del espacio público. Pero, para hacerlo, lo que más se tendrá en cuenta es la opinión ciudadana.
Como indicó Inés Sabanés, concejala de Medio Ambiente y Movilidad de la ciudad, el objetivo es “reducir los efectos negativos del rápido crecimiento de esta modalidad de transporte”. Algo que también busca limar asperezas con el colectivo de taxistas, propiciando un “uso armonioso del espacio público”.