Donald Trump ya tiene su nueva limusina oficial. Y como no podía ser de otra manera, se llama ‘la bestia 2’. Desarrollado sobre la base de un Cadillac CT6 aunque con capacidades del SUV Cadillac Escalade, cuenta con un blindaje especial y todo tipo de tecnologías para salvaguardar la vida del presidente de Estados Unidos. El proyecto fue un encargo del Gobierno del país norteamericano a General Motors cifrado en 15 millones de dólares (12,7 millones de euros). Por el momento se han entregado dos unidades de este vehículo aunque se podrían llegar a desarrollar hasta 12 unidades.
El polémico presidente llegó al cargo diciendo que quería acabar con todo lo que había realizado la anterior administración. Y poco a poco lo va consiguiendo. Si Barack Obama disfrutó de la primera generación de la bestia, poco ha tardado el magnate de las finanzas en reemplazar el modelo que le ha de mover en los actos oficiales.
El nuevo coche oficial de los presidentes de Estados Unidos está blindado con unas puertas de 20 cm de grosor para protegerlo de un posible ataque con armamento pesado, al mismo tiempo sus entradas de aire también pueden ser selladas para prevenirlo de un ataque químico. A esto añade unos neumáticos a prueba de pinchazos.
La mecánica de esta limusina no se ha confirmado, como sucediera con el anterior modelo. Tampoco si porta algún tipo de armas para defenderse. Pero se presume que contará con un motor solvente tanto para las operaciones de esquiva, como para salir con prisas ante cualquier eventualidad y para rodar a altas velocidades durante varios cientos de kilómetros sin necesidad de parar a repostar. Además, incorpora sistemas de seguimiento y geolocalización. Está preparado para acoger a 7 personas en su interior, con todas las comodidades para disfrutar del descanso y equipamiento de oficina.
Ahora solo queda esperar que le salga mejor que el Aarus Senat de Vladimir Putin que, en el día de su estreno, apenas pudo recorrer 300 metros.