Evitar un mareo en un viaje es muy difícil, aunque hay trucos que retrasan su aparición.
En un verano diferente, en el que muchos han fijado sus destinos vacacionales dentro de la geografía española y en el que han evitado coger medios de transporte de masas para viajar en sus vehículos particulares, son muchos los que sufren mareos en estos desplazamientos (hasta el 70 % de la población los sufre de forma habitual según algunos estudios). Los más vulnerables en estos casos son las embarazadas, los niños y los jóvenes especialmente cuando viajan en los asientos traseros del coche.
Por ello, desde ClicaCoches damos unas recomendaciones para evitar este malestar que puede convertir nuestro viaje hasta nuestro añorado lugar de descanso en una pesadilla.
Pequeños trucos antimareos
No son trucos infalibles pero sí evitan buena parte de las causas que producen los mareos:
Conducción suave: el conductor debe ser muy suave en la conducción. Debe evitar grandes acelerones, frenadas bruscas o volantazos. El piloto sí es consciente de lo que va a suceder pues es quien maneja la situación, pero el resto de ocupantes no. Y en este vaivén del coche, los acompañantes se pueden marear.
Mirada en un punto fijo: mirar por la ventana y ver el continuo discurrir de árboles, señales de tráfico o coches también puede provocar malestar (cansa la vista y da sensación de inestabilidad). Lo idóneo sería mirar al frente y fijarse en puntos concretos lejos e ir cambiando la mirada según se superen. Otra opción es dormir durante el viaje. Algo que debemos evitar es leer (libros o dispositivos electrónicos) o ver películas en una tablet, por ejemplo.
Buena ventilación antes del viaje: una buena oxigenación del vehículo es crucial para evitar el mareo por ello una de las técnicas para reducir los efectos del mareo cuando este ha llegado es bajar la ventanilla para que la persona mareada pueda respirar aire procedente del exterior. Una recomendación es la de poner el aire acondicionado de forma que tome aire del exterior en lugar de que circule siempre el mismo dentro del habitáculo.
Evitar el calor interior: la temperatura ideal para un viaje se encuentra entre los 21 y los 23 grados.
Parar cada poco tiempo: La recomendación habitual es la de parar cada dos horas o cada 200 km como máximo. Estas detenciones están pensadas para que el conductor descanse, estire las piernas y brazos y pueda beber algo para refrescarse (hacerlo al volante podría conllevar multa si un agente considera que se ha hecho poniendo en riesgo la seguridad de los ocupantes). Esto también vendrá bien a nuestros acompañantes que con el movimiento de las articulaciones mejorarán la circulación de la sangre. En este caso la recomendación es la de no beber líquidos.
Evitar las plazas traseras: si hay una persona que sea vulnerable a los mareos debería sentarse en el puesto del copiloto. En caso que haya más de una persona que sufra este problema, el mejor puesto de las plazas traseras es el central pues puede mirar al frente, fijar la vista en puntos fijos lejanos y recibir el aire frío de forma directa de alguna de las tomas del aire acondicionado.
Recomendaciones para el conductor
Por otro lado, si somos conscientes de que hay peligro real de mareo, algo que el conductor también debería saber, sería recomendable portar con nosotros bolsas de plástico, toallitas húmedas y secas y agua fresca pues podríamos llegar a vomitar antes de que el conductor pueda detener el vehículo en condiciones de seguridad.