En la actualidad, la preocupación por mejorar la calidad del aire en las ciudades y garantizar que los vehículos cumplan con los límites de emisiones está a la orden del día. Por ello, se han modificado las pruebas de homologación de los automóviles, ahora pasamos al ciclo WLTP, buscando que los resultados representen fielmente la realidad. Algo que pretende evitar que se repitan los fraudes conocidos hasta el momento. Pero que podría ser vulnerable a otro tipo de trucos.
De hecho, la Comisión Europea dice haber encontrado pruebas que demuestran que los fabricantes podrían estar inflando los resultados de las emisiones de sus vehículos. Algo que les allanaría el camino en las futuras reducciones previstas para 2025 y 2030.
“Alto riesgo”
Para explicarlo de un modo sencillo, diremos que Bruselas está advirtiendo de que es muy probable que los fabricantes estén haciendo lo opuesto al diéselgate. Es decir que no estén falseando los resultados de las emisiones para que parezcan menos contaminantes, sino todo lo contrario. Al parecer, estarían trucando las pruebas para que los vehículos presenten unos niveles de emisiones más altos.
De este modo, conseguirán que cuando haya que reducir los datos puedan cumplirlos sin apenas hacer cambios en las mecánicas. Pues, en realidad, ya emitirían menos CO2 de lo que han demostrado los exámenes. Sin embargo, en la misiva que han enviado a los diferentes gobiernos y al Parlamento Europeo no señalan a ninguna marca como implicada.
Además, es importante destacar que este truco podría tener un efecto negativo en el consumidor. Pues, al comprar un coche nuevo, pagamos un impuesto de matriculación que será más caro si nuestro vehículo emite más gases contaminantes. En otras palabras, podríamos pagar más cuando nuestro coche en realidad estaría sujeto a una tasa inferior.
Concretamente, ABC resumen todo esto con las palabras de Isabell Buschell, representante en España de la asociación Transport & Enviroment. Señala: “La consecuencia es doble: la reducción de CO2 va a ser inferior a la que podría ser. Y el consumidor tendrá que pagar al inicio valores más altos debido a unos valores hinchados“.
Posibles medidas
Tal y como se publica este medio, la Comisión Europea propone algunas soluciones para remediar el problema. Por ejemplo, calcular los objetivos con las mediciones del laboratorio y no las que las empresas automovilísticas declaren.
También, proponen que, a partir de 2020, se cree un registro con todas las emisiones de los vehículos, así como revisar la regulación existente para añadir más medidas de control. Todo ello para garantizar que los exámenes sean inalterables.