Toyota , mediante el Toyota Research Institute, y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) se han unido para el desarrollo de un simulador de conducción autónoma en ciudad. Se trata una gran apuesta por un tipo de pilotaje que está al llegar y que no admite el más mínimo error.
Pero lo que es más importante, lo hace con la intención de crearlo con código abierto. Así, no tendría ánimo de lucro y estaría disponible para quienes lo quisieran implantar. El nuevo sistema recibe por nombre proyecto Carla (Car Learning to Act – aprendizaje del automóvil para actuar).
La aportación inicial de la entidad dependiente de Toyota es de 86.500 euros. Y el encargado de realizar estas investigaciones es el Centro de Visión por Computador (CVC); dependiente de la universidad catalana. Esta unión permitirá ampliar el número de ingenieros involucrados en el proyecto y reducir los tiempos para la consecución de los objetivos.
El sistema Carla busca fomentar el desarrollo, formación y validación de sistemas de conducción urbana. Se ha diseñado buscando garantías en la estabilidad de los vehículos autónomos en ciudad. Y trabajará recreando todo tipo de situaciones, incluso las menos habituales. Así, es capaz de simular diferentes meteorologías, rutas y condicionantes de circulación.
Antonio López, responsable del proyecto Carla, señaló en el momento en el que se dio a conocer la asociación que “Carla ha nacido para democratizar la investigación en el campo de la conducción autónoma. Pretende apoyar la formación y las pruebas de los sistemas de conducción basados en la inteligencia artificial. Y todo más allá de las limitaciones del mundo real. Tenemos que seguir trabajando para que Carla llegue a la plena madurez”.
El proyecto Carla del CVC no es el primero en el que se inmiscuye Toyota. TRI ha contribuido en los dos últimos años en las investigaciones que lleva a cabo la Fundación robótica de código abierto. Esta permite a la comunidad científica el acceso a software robótico de código abierto y herramientas para el desarrollo de este.
También se ha interesado por Drake, un conjunto de herramientas de C++ de código abierto. Estas buscan crear nuevos sistemas de control. Y en los últimos meses ha iniciado la construcción de una pista cerrada para el desarrollo y pruebas de vehículos autónomos. Ocupa una extensión de 24 hectáreas. Y se sitúa en Ottawa Lake, en el Estado de Michigan en Estados Unidos.