La cuarta generación del Toyota Prius ha recibido su primera gran actualización desde que se lanzó en 2016. Estos cambios no afectan especialmente a su imagen, aunque también se pueden apreciar novedades, sino que se dejan notar en el nivel de acabados, el equipamiento y la mecánica. Y no porque renuncie a su tradición híbrida, sino porque añade la tracción total, desconocida hasta ahora en la gama, que se ofrecerá como opción.
Esto lo consigue gracias a la incorporación del nuevo sistema de tracción total inteligente AWD-i, que se estrena en la gama de Toyota. El Toyota RAV4 Hybrid de la anterior generación ya contaba con un sistema similar, con la inclusión de dos motores eléctricos, uno sobre cada eje, aunque este es completamente diferente a aquél. Ahora reduce su tamaño y supone la llegada de un segundo motor eléctrico, este sobre el eje trasero, que tiene una fuerza adicional de 5,3 kW. Funcionará en las arrancadas, en velocidad de hasta 10 km/h y en momentos de baja adherencia por nieve, barro o agua a velocidades comprendidas entre 10 y 70 km/h.
El modelo, que se asienta sobre la plataforma que deriva GA-C, derivada de la TNGA modular que emplean los últimos lanzamientos de la Toyota , también cambia la batería que abastecerá el motor eléctrico. Así, a partir de ahora, la de ión-litio deja paso a una nueva de hidruro de níquel (NiMH) que ofrecerá un excelente rendimiento incluso en los climas más fríos.
El nuevo tamaño de esta batería y su nueva disposición en el piso del renovado Toyota Prius le permite contar con un centro de gravedad más bajo. Esto se notará en el momento de la conducción, pues supondrá un menor balanceo en las curvas y un mayor confort de marcha.
El nuevo Toyota Prius hybrid, más allá de las novedades mecánicas, aprovecha la ocasión para estilizar su figura, eliminando algunas de las nervaturas que extendía a lo largo de su carrocería. Ahora sus trazos son más finos. Incluye luces led en las ópticas, se ha revisado el paragolpes delantero y posterior y se han revisado las ópticas traseras. En cuanto a las llantas, ahora podrán ser bitono conjugando el Gris Oscuro y el Azul Índigo o el Rojo Emoción.
En el interior también se ha potenciado la sensación de calidad. Se ha revisado la disposición de los controles en la consola central, entran nuevas tapicerías y se ha incrementado el tamaño de la bandeja para la carga del móvil por inducción.
Además, el sistema multifunción incluye el nuevo sistema Toyota Touch 2 & Go que ahora cuenta con una respuesta más rápida y el control gestual, por lo que no será necesario interactuar con la pantalla o los botones para acceder a algunos controles. El último sistema destinado a la mejora de la conducción es la inclusión de un head-up display.
En cuanto a la seguridad, el Toyota Safety Sense añade a su equipamiento de serie el sistema avanzado de asistencia al aparcamiento, el equipo de audio de JBL, climatizador inteligente o sistema de navegación. Por el momento, habrá que esperar a 2019 para verlo disponible en los concesionarios españoles.