El Papa Francisco acaba de recibir un regalo muy especial acorde a sus últimas declaraciones. Sensibilizado con las cuestiones del cuidado del planeta, el Santo Pontífice ha sido obsequiado con un Toyota Mirai para que haga las funciones de nuevo papamóvil.
Se trata de un modelo impulsado por pila de combustible, es decir, convierte el hidrógeno en electricidad para mover su motor de 154 CV, un procedimiento respetuoso con el medio ambiente pues no emite gases contaminantes sino vapor de agua. El modelo, además, cuenta con una autonomía de 500 km.
Este Toyota Mirai es uno de los dos papamóviles que ya utilizó el Papa Francisco en su visita oficial en 2019 a Japón, y que ahora le ha sido le regado por la Conferencia de Obispos Católicos de Japón (CBCJ).
El modelo, de categoría SUV compacto, tiene una longitud de 5,1 metros de largo y 2,7 de alto, incluido el pedestal y el techo para protegerlo del sol. Además, cuenta con una mampara en el frontal, mientras que deja sin protección los laterales ni la parte trasera, algo buscado por el propio Papa Francisco pues le gusta tener contacto con los congregados. Además, cuenta diversas comodidades para poder subir y sujetarse con seguridad durante los desplazamientos.
Aunque Juan Pablo I fue el primero en utilizar un vehículo para moverse entre sus discípulos en el habitual saludo a los fieles en sus viajes oficiales y en los desplazamientos por el Vaticano, en realidad fue Juan Pablo II el que impulsó el uso de estos vehículos especiales.
De hecho, saber cuál va a ser el papamóvil que va a utilizar el pontífice en sus actos oficiales suele ser uno asuntos que más interés recibe en sus viajes. Y se le ha podido ver sobre todo tipo de vehículos, desde camiones, a autobuses, vehículos militares y creaciones especialmente diseñadas para la ocasión. En su visita a España en 1982 utilizó un SEAT Panda.
La marca que más utiliza es Mercedes-Benz, antes con su modelo Clase G y desde hace unos años con el GLS, todos siempre adaptando la parte trasera para que el papa pueda estar de pie y cuente con una silla alta para que todos los congregados le vean bien.
Sin embargo, es habitual que las marcas le regalen algunos de sus modelos. En los últimos años Dacia le regaló un Duster impulsado por GLP, Opel le regaló un Ampera y Lamborghini un Huracan. Este último fue subastado para causas benéficas y terminó en una empresa de alquiler de Murcia.