La firma nipona ha presentado en el Salón del Automóvil de Fráncfort uno de sus grandes iconos, no en vano, más de 65 años de historia le han convertido en un mito de nuestras carreteras y caminos. El nuevo Toyota Land Cruiser 2018 muestra una imagen que deriva de la de su predecesor aunque por dentro se ha renovado por completo para añadir nuevas cotas de calidad y confort.
Esta actualización le supone crecer en 60 mm hasta los 4.480 mm y dispone de una carrocería más robusta y resistente (también cambia la manera en la que se ha fabricado). Y será un motor turbodiésel 2.8 D4-D y 177 CV con tracción a las cuatro ruedas el encargado de moverlo.
Se trata de uno de los escasos modelos del mercado que siguen siendo todoterrenos puros, más allá de la corriente de todocaminos que ha arrastrado a buena parte de los modelos que hasta hace pocas fechas aquí comparecían como 4×4 puros. Sin embargo, la dirección de Toyota ha incorporado diferentes modos de conducción para que los menos avezados al volante también puedan sacar el máximo partido a su máquina.
En cuestiones de diseño su figura es una derivación de la que tenía hasta ahora, aunque incorpora nuevos parachoques, cromados así como una infinidad de nuevos detalles para dar una mayor sensación de poderío. En su interior sube el listón en cuestiones de calidad y durabilidad, así como de lujo y confort.
En cuanto a las novedades tecnológicas cabe destacar la llegada de la tecnología LED a los grupos ópticos, en el exterior, y una nueva pantalla de 8 pulgadas con el sistema multimedia Toyota Touch 2 & Go en el salpicadero.
El aumento de la calidad se percibe con los nuevos asientos calefactables y ventilados o el lavaparabrisas calefactados. De la seguridad se encarga el nuevo Toyota Safety Sense compuesto por un conjunto de tecnologías de seguridad activa de nuevo desarrollo destinado a evitar o mitigar colisiones.