Toyota anunció hace unas semanas que contaba con varios proyectos de coches eléctricos. Y el primero de ellos será un SUV de tamaño medio que se dará a conocer en los próximos meses. Sin embargo, el gran avance de este anuncio estaría en las baterías que permitirían una autonomía de 550 km y se recargarían al 100 % en solo 10 minutos.
Estas nuevas baterías serían de electrolitos sólidos, dejando a un lado las líquidas de ión-litio, lo que permitirá una mayor autonomía, facilidad de carga y una importante reducción en los tiempos.
En caso de cumplirse estos pronósticos se igualarían los tiempos de repostaje de los coches eléctricos y los térmicos. No haría falta esperar horas para volver a tener el total de autonomía disponible, uno solo tendría que acudir a una electrolinera, en caso de no contar con un enchufe de este tipo en su domicilio particular, para recarga el coche e invertir poco más tiempo en recargar su coche eléctrico del que ahora necesita para repostar su coche de gasolina o diésel.
Sin embargo, hay dos problemas a los que se enfrentaría Toyota, y cualquier fabricante que se decante por emplear este tipo de baterías para sus coches eléctricos. Por un lado estaría el número de veces que se pueden recargar estas baterías. Por el momento están un periodo inicial de desarrollo por lo que comienzan a perder propiedades desde muy pronto lo que se traduce en que perderían capacidad de carga, y por ello de autonomía para el vehículo, a los pocos ciclos completos de cargas.
Por otro lado estaría el precio, mucho más alto que el de una batería de ión-litio. Si este es ya el principal problema de los coches eléctricos de hoy día en caso de contar con una batería de estado sólido, sus tarifas serían incluso mayores. Esto les pondría una factura muy encima de sus equivalentes con mecánica térmica, una comparativa que hoy día pocos coches eléctricos soportan.
Habrá que esperar nuevos movimientos. Toyota señaló que fabricaría coches con baterías de estado sólido a principios de la actual década y de salir adelante este proyecto cumpliría con su estrategia. Y, en cuanto a las contraindicaciones de la batería de estado sólido, solo habrá que esperar a que avancen los estudios que se están haciendo con esta para que mantenga sus propiedades durante más tiempo.
Y a que se fabriquen a un ritmo superior al actual para que sus precios bajen.