El Toyota C-HR Hybrid ha nacido triunfando en ventas en el segmento de los SUV. Sus virtudes son una imagen rompedora y una mecánica híbrida.
Texto: Eduardo Lausín.
Fotos: Paloma Soria.
Si nos fijamos en los cánones que actualmente dominan el mercado del automóvil, es fácil pensar que todo lo que suponga hablar de todocaminos, o SUV, tendrá éxito. Si a este cóctel le sumamos una mecánica híbrida cogida directamente del Toyota Prius, paradigma del vehículo híbrido, y un aspecto rompedor, si tenemos en cuenta los diseños típicos de Toyota, entonces tenemos el nuevo Toyota C-HR Hybrid. Inmerso en un segmento en pleno auge, la firma japonesa pone toda la carne en el asador con un producto que promete no sólo robar miradas, sino convertirse en la referencia.
Si alguien, alguna vez, pidió un híbrido excitante, Toyota le escuchó y no sólo se conformó con su tecnología, sino que le sumó uno de los diseños más rompedores. Sorprende, y mucho, que un fabricante lance un modelo fiel a su prototipo, algo de lo que puede presumir el Toyota C-HR Hybrid, un SUV de 4,36 metros de largo que emula las formas de un coupé.
Fijémonos en la caída del techo en la parte trasera, que, junto a las manetas de las puertas traseras ocultas, algo rebuscadas, le otorgan un, hasta ahora, añorado estilo deportivo.
El tacto de los materiales es agradable, con material mullido en las zonas más expuestas, pero lo que más llama la atención es la llegada del color a diferentes molduras, creando combinaciones cromáticas nada habituales en vehículos japoneses.
Por su parte, el espacio disponible en la fila trasera es aceptable (el espacio para las cabezas es justito), lo que demuestra su compromiso con la polivalencia, reflejada también en los 372 litros de maletero que anuncia.
El Toyota C-HR Hybrid es, a grandes rasgos, un Toyota Prius con rasgos de todocamino. Y esto es una de sus mejores bazas, siendo éste todo un emblema híbrido, no sólo en Toyota, sino en el mercado global. El Toyota C-HR Hybrid emplea la misma mecánica de gasolina 1.8 con 98 CV de rendimiento, que se suma a un motor eléctrico de 72 CV. Entre ambos envían una potencia conjunta de 122 CV al eje delantero, pues no hay opción a tracción total, y todo ello pasa a través de una caja de cambios automática de engranajes planetarios, que funciona como un variador continuo.
Esta eficiente apuesta demuestra, a los mandos, que ha sabido evolucionar, dando ahora mayor protagonismo al motor eléctrico, que es clave en las arrancadas y en los trayectos de ciudad. Toyota ha trabajado también en “naturalizar” la conducción, modificando la electrónica de modo que el motor no eleve tanto sus revoluciones en fases de aceleración, la mayor desventaja hasta el momento.
En condiciones reales nuestro consumo se ha situado en 5 l/100 km, cifra más que asumible en un SUV de su clase y potencia. Por su parte, los 122 CV que declara son suficientes para una conducción cotidiana, aunque no parecen estar ahí cuando se demanda potencia, cortesía de una caja de cambios que devuelve la sensación de que el coche no acelera al mismo tiempo que el motor se revoluciona.
No sería lógico abordar el segmento SUV compacto, donde el comportamiento deportivo es un argumento de venta, con un vehículo que sea torpe o poco ágil. El Toyota C-HR Hybrid ha sabido ejecutar esta premisa con un tarado de suspensiones firme que, sin embargo, no castiga la comodidad.
No alcanza el tacto tan natural de su máximo rival, el Kia Niro, pero se desenvuelve con soltura en zonas reviradas, olvidándonos de su condición de híbrido. Pero la ciudad es su verdadero hábitat natural, lugar donde no sólo sacamos partido a su posición de conducción elevada, sino también a su mecánica.
Maximizando el uso del freno regenerativo, la inercia y el motor eléctrico podemos movernos en la urbe con un consumo casi ridículo (4 l/100 km), la verdadera esencia del Toyota C-HR Hybrid, de la que carece la práctica totalidad del segmento.
El C-HR consigue unir dos mundos hasta ahora antagónicos: los vehículos excitantes y los híbridos. El resultado es el esperado, y viniendo de Toyota es toda una garantía.
Precio: 4
Prestaciones: 3
Comportamiento: 4
Consumo: 5
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
Motor térmico | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.798 cm3 |
Potencia | 98 CV a 5.200 rpm |
Par | 142 Nm a 3.600 rpm |
Motor eléctrico | Síncrono de imán permanente |
Potencia | 72 CV |
Par máximo | 163 Nm |
Motor híbrido | Sistema híbrido eléctrico-gasolina |
Potencia combinada | 122 CV |
Par máximo combinado | N.D. |
Velocidad máxima | 170 km/h |
Aceleración | 11,0 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 3,9 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.360 / 1.795 / 1.555 mm |
Neumáticos | 225 / 50 R 18 |
Peso en vacío | 1.455 kg |
Maletero | 377 l |
Precio base | 28.500 euros |
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OPCIONES. Toyota Touch&Go (600 7) y pintura metalizada Gris Grafito (500 7).