Ya está confirmado. Un coche volador de propulsión eléctrica llevará a la persona que encienda la llama del pebetero de los Juego Olímpicos de Tokio 2020. Bautizado como Skydrive y desarrollado desde hace seis años por la compañía japonesa Cartivator, iniciará su fase de pruebas con un vuelo tripulado el próximo verano, según informa El Mundo.
El desarrollo del coche volador de Tokio 2020 ha sido financiado por grandes fabricantes japoneses de la automoción y tecnología, como Toyota (algunos ingenieros suyos han participado en el proyecto), Panasonic o Fujitsu. Pero, en un principio, los fondos fueron recaudados mediante crowdfunding para poder hacer realidad el primer prototipo.
El coche ya ha sido probado satisfactoriamente sin ocupantes. Pudo elevarse del suelo durante unos segundos, aunque en la fase final de desarrollo se le ha dotado de mayor estabilidad para que pueda llegar a la altura del pebetero del estadio. Desde Cartivator asegura que podrá elevarse hasta los 50 m y volar a 100 km/h, gracias a sus cuatro potentes turbinas.
La ceremonia de apertura de los Juegos será el escenario de su presentación mundial. Pero el Skydrive pretende además comercializarse a partir de 2023 en Japón, inaugurando una nueva era en el sector del transporte. El coche volador, que espera salir al mercado con un precio cercano a los 397.000 euros, podrá ser también un vehículo compartido o de transporte público.
También sus dimensiones compactas y su habitáculo biplaza ayudan al ahorro de peso con respecto a otros prototipos ya presentados. Mide 3,6 m de longitud y 1,1 m de altura y los asientos se colocan en fila, imitando la cabina de un avión. Su despegue y aterrizaje es vertical, aunque también se podrá modificar altura y trayectoria una vez esté en el aire.
Fotos: Cartivator.