Los 10 tipos de radares que multan actualmente en España

Los diferentes tipos de radares activos controlan velocidad y otras infracciones en toda la red viaria. Algunos de ellos son poco conocidos. 

El incremento de controles de velocidad mediante radares durante todo el verano y el anuncio de la DGT de la instalación de 78 más hasta finales de 2019 hace que sea imprescindible conocer todos los tipos de radares que están activos, y multan, de toda España. Conocer su ubicación y funcionamiento es importante para nuestra seguridad y, al mismo tiempo, evitar sanciones.

Contar con diferentes tipos de radares, cada uno con su tecnología específica, facilita el trabajo de captación e identificación de los infractores, así como la adaptación de estos al tipo de vía. Hay clases de radar que son más adecuados para una determinada calle que para una carretera, otros más efectivos en autovías, etc.  

Radares fijos

Técnicamente se llaman cinemómetros sin operador. Son los más numerosos, hay unos 900 en toda España, su ubicación es pública y deben estar siempre señalizados. Constan de una caja que encierra un medidor de velocidad y una cámara para tomar la imagen del vehículo infractor y su matrícula. Se colocan tanto debajo de los paneles informativos de la vía como en los márgenes de la misma.

Radares móviles

Encierra varios subtipos. En primer lugar, los coches camuflados de los agentes de tráfico. No van identificados oficialmente, pueden captar la velocidad parados o en movimiento. Aunque es muy complicado reconocerlos, se pueden distinguir fijándose en que llevan dos antenas instaladas muy diferentes a las del resto de vehículos.  

También los coches de la Guardia Civil de Tráfico pueden llevar en su interior un radar, que funciona exactamente igual que los camuflados. Asimismo, pueden colocarlo en un trípode situado en los márgenes de la vía, en los tramos que consideren oportuno.  

Radares de tramo

No hay tantos como fijos o móviles (actualmente se contabilizan 74), aunque son los que más se han incrementado en el último año. A diferencia de los fijos, no captan la velocidad en un punto concreto, sino que calculan la velocidad media de un vehículo en un tramo de vía.  

Consta de dos cámaras con visión infrarroja, una emplazada al comienzo del tramo y otra al final de cada uno de lo carriles. Graban la matrícula de todos los vehículos que pasan por el punto inicial y la vuelven a grabar cuando rebasan el segundo punto. Inmediatamente, un ordenador calcula el tiempo que ha tardado el vehículo en recorrer la distancia controlada para obtener su velocidad media. En casa de que ésta sea superior a la permitida, remite las fotografías (de entrada y salida) a la DGT para tramitar la denuncia, que llegará por correo al infractor.  

Radares Pegasus

Son radares ‘aéreos’, instalados en los 12 helicópteros que la DGT tiene en funcionamiento por toda la red de carreteras del Estado. Cuenta con dos cámaras. Una panorámica, que capta la velocidad del vehículo, y otra la matrícula.  

Además del exceso de velocidad, los helicópteros Pegasus pueden registrar todo tipo de infracciones. Desde saltarse un stop o realizar un adelantamiento indebido hasta el uso del teléfono móvil u otros dispositivos eléctrónicos. Es, posiblemente, el más difícil de detectar por los conductores.  

Radar Veloláser

Es de los más modernos en introducirse a la labor de los agentes. Son radares portátiles y la Guardia Civil cuenta con uno en cada provincia. Formaría parte de los radares móviles, pero su sofisticada tecnología hace que lo distingamos de estos últimos. Utilizan un láser para captar la velocidad del vehículo, son mucho más precisos e indetectables debido a su tamaño reducido. Se pueden controlar a distancia mediante conexión inalámbrica.  

Radar en cascada

Han sido introducidos recientemente por la Policía Foral en Navarra y sirven para que el conductor, una vez que ha reducido la velocidad al pasar por un radar fijo señalizado, no vuelva a acelerar y sobrepase el límite de velocidad. Para ello colocan un radar móvil a continuación del fijo, éste sin señalizar y así ‘cazarlo’. 

Asociaciones de automovilistas han criticado duramente este sistema piloto, calificándolo de puramente recaudatorio. La DGT no ha descartado su implantación a nivel nacional para que los conductores se acostumbren a respetar el límite de velocidad siempre, y no sólo cuando pasen por un radar.  

Radar de semáforo

Al igual que el de cascada, el radar de semáforo o foto-rojo es uno de los más controvertidos, aunque éste tiene mayor grado de implantación. Es un radar presente sobre todo en las grandes ciudades. Madrid tiene 16 y Barcelona unos 50. A través de una cámara de infrarrojos captan la matrícula del vehículo que se salta un semáforo en rojo y con otra realizan fotografías a color del modelo, además de captar otras infracciones como circular sin cinturón o usar el móvil.  

Estos radares eminentemente urbanos deben estar señalizados y sólo se activan si un vehículo sobrepasa la línea de detención sólo cuando la luz está en rojo, no en ámbar. La controversia, por otro lado, ha rodeado a estos dispositivos en los últimos meses. Varios tribunales, incluido en Supremo, han fallado a favor de los multados por estos radares. La razón es que los aparatos no cuentan con la homologación necesaria que pruebe su buen estado ni el de el semáforo. Así, las fotos realizadas, no cuentan como prueba determinante para determinar la culpabilidad del infractor.  

Radares Mesta Fusion

También se les ha bautizado como ‘súper radares’ o el ‘radar total’. Situado en una torre de cuatro metros de altura, en ella se instalan tanto radares fijos como cámaras de seguridad para captar hasta once tipos diferentes de infracciones: desde exceso de velocidad, distancia de seguridad, uso del cinturón o saltarse semáforos en rojo. Es un radar ‘todo en uno’, que puede detectar irregularidades hasta en ocho carriles de forma simultánea.  

Radar de cinturón

Son cámaras que toman una fotografía al detalle del interior del vehículo para captar a conductores que circulen sin cinturón de seguridad. Actualmente hay activos 216, cuya localización se puede consultar en la web de la DGT.  

Drones: los agentes del futuro

Han sido de los últimos tipos de radares en incorporarse a las tareas de vigilancia de nuestras carreteras. La DGT ha puesto en funcionamiento 11 drones este verano, de los que 3 tienen capacidad y autorización para multar. Cuentan con una cámara que registra con precisión infracciones como el uso indebido del cinturón, maniobras no permitidas o la utilización del teléfomo móvil.  

Sin embargo, aún no incorporan cinemómetro para detectar la velocidad de un vehículo. La ventaja de los drones es su capacidad de ver sin ser vistos, ya que resultan casi imperceptibles para los conductores, y su rapidez para pasar datos a los agentes. Entre sus inconvenientes, su limitada autonomía (20 minutos) y la necesidad de ser controlados desde cerca mediante control remoto.  

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