Las autoridades americanas han declarado “no culpable” a Tesla del accidente en el que Joshua Brown, un antiguo militar de los SEAL estadounidenses, murió en Florida cuando viajaba en su Tesla Model S con el piloto automático encendido el pasado mayo de 2016.
El accidente, el primero registrado en el país estadounidense con un coche con el piloto automático, se produjo cuando un camión realizó un giro indebido y el Tesla de Brown se empotró contra el lateral del tráiler.
Según el informe de la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), el máximo responsable del Tráfico en Estados Unidos, el sistema de frenado de emergencia no se activó y el conductor “no frenó, maniobró o tomó ninguna medida para evitar el choque”. El informe también señala que tuvo hasta 7 segundos para reaccionar antes de chocar.
A la inacción del conductor se añade además que, según la legislación, el conductor es el máximo responsable del coche pese a su autonomía y que la NHTSA no ha encontrado defectos “en el diseño o el rendimiento del autopilot y de la frenada de emergencia”, por lo que la firma americana ha sido exculpada de cualquier responsabilidad.
Eso sí, piden a la firma de vehículos eléctricos de altas prestaciones que no se refieran al sistema como “piloto automático” para evitar un posible exceso de confianza por parte de los conductores, ya que es un sistema que requiere “la atención continua y completa del conductor”.
El propio Joshua Brown subía vídeos a su canal de YouTube donde explicaba el funcionamiento del piloto automático.