Los ingenieros de Bosch han desarrollado una nueva tecnología de motor diésel que podría acabar con los problemas de emisiones de NOx de este tipo de mecánicas. Así lo ha anunciado el CEO de la compañía, el Dr. Volkmar Denner, en la conferencia anual de prensa de la compañía celebrada hace unos días en Stuttgart (Alemania).
“Hay un futuro para los diésel”, anunciaba. Con el desarrollo de estos nuevos sistemas, los fabricantes de automóviles podrán reducir drásticamente los niveles de NOX por lo que, no solo cumplirán con los límites establecidos en la actualidad sino que, también, ofrecerán datos muy inferiores a los márgenes que se deben aplicar a partir de 2020.
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Recordemos que el límite máximo actual de emisiones de estos gases no puede superar los 168 mg/km y, en dos años, esta cifra descenderá hasta situarse en 120 mg/ km como máximo. Sin embargo, de acuerdo con lo que han asegurado en la conferencia, Bosch ha conseguido reducir las emisiones de NOx a 13 mg/km, una cifra que supone casi una décima parte del límite establecido para 2020.
Además, aseguran que sus nuevas tecnologías se han testado de acuerdo a las pruebas RDE (Real Driving Emissions – Condiciones de Conducción Real) contemplando diversos escenarios para que los resultados sean fieles a la realidad. De este modo, han confirmado que cuando se conduce un vehículo (que disponga de sus últimas innovaciones en tecnología diésel) por zonas urbanas especialmente exigentes, las emisiones seguirán siendo bajas, contemplando de media unos 40 miligramos por kilómetro.
A pesar de que la situación de los coches diésel no es nada favorable, en Bosch consideran que no está todo perdido. Según afirmó Denner, “el motor diésel seguirá desempeñando un papel importante en las opciones de movilidad futura”, por lo menos, “hasta que la electromovilidad llegue al mercado de masas”.
Ya son numerosas marcas las que han dicho adiós a los coches que se nutre de este combustible y cada vez más, los gobiernos están llevando a cabo nuevas iniciativas que restringen el uso de los diésel en el centro de las ciudades, cuando los niveles de contaminación son más elevados. Sin embargo, desde Bosch creen que han dado con la solución a los problemas de emisiones, gracias a una combinación de tecnología avanzada de inyección de combustible, un nuevo sistema de recirculación de aire y una gestión inteligente de la temperatura.
Todavía no han querido dar demasiados detalles sobre sus innovaciones, aunque sí han asegurado que estas lecturas de emisiones seguirán siendo bajas en todas las situaciones de conducción. Pero, además, es importante destacar que con sus avances han conseguido afinar las tecnologías existentes, por lo que no es necesario contar con componentes adicionales que suban el coste de fabricación. Es decir, han conseguido desarrollar una fórmula que convierta los diésel en vehículos más respetuosos con el medio ambiente, sin generar ningún sobrecoste, por lo que seguirían teniendo un precio similar al que tienen ahora.