Que el dinero está en Asia no es una novedad, aunque sí lo es el rumbo que están tomando algunas de las últimas operaciones que afectan a marcas históricas. Si en un principio sorprendió que Volvo encontrara su salvavidas en la china Zhejiang Geely y las británicas Jaguar y Land Rover lo hicieran en Tata, ahora parece que la india ha querido completar su triunvirato de marcas británicas de estilo Premium con la adquisición de MINI.
La operación, según señalan medios británicos, puede verse retrasada por los fastos en los que se encuentra el Grupo BMW al estar celebrando el centenario de la compañía.
Sin embargo, indican diversas fuentes consultadas que la oferta habría sido lo suficientemente alta como para haber convencido a los dirigentes alemanes primero a sentarse, a acercar posturas después y, finalmente, a sellar un preacuerdo que queda pendiente de la supervisión de las autoridades europeas.
Pese al escaso éxito comercial que ha tenido la marca en nuestro país, y al perfil económico de sus coches, hay que señalar que es el fabricante que más vende en el país más poblado del mundo. En su momento algunos tardaron en creerse que se hicieran con dos de las marcas más asociadas al mundo del lujo y la exclusividad, sin embargo no solo se hizo accionista mayoritario de cada una sino que ambas han ampliado la cartera sin perder un ápice de calidad y estilo.
Así, Tata, tras contar con una marca asociada al mundo del todoterreno y el todocamino, y otra perteneciente a los segmentos de las berlinas y los deportivos, le faltaba copar el espacio de los coches compactos y utilitarios, también de estilo premium.
Es ese el motivo por el que surgió el interés por MINI, propiedad del Grupo BMW desde 1994 cuando la alemana se hizo con Rover que a su vez contaba con la licencia de Mini. En los último años ha contado con un importante empuje comercial con una amplia oferta de modelos, todos sin perder el estilo del original pero tocando los segmentos de los utilitarios, los compactos, los deportivos y los todocaminos compactos.
Falta por ver si este pase supondrá nuevas sinergias dentro del grupo para que plataformas de MINI lleguen a Jaguar y Land Rover, al mismo tiempo que los chasis y estructuras de estas podrían llegar a MINI y hacer que sus modelos cada vez sean más grandes.
El cambio de propiedad de MINI supondrá un ingreso extra de fondos en las arcas del Grupo BMW, una compañía que ya de por sí está saneada. Esto hace suponer que en el futuro el grupo alemán podría tomar interés por alguna nueva marca, bien para ocupar el espacio que deja en su oferta, sus concesionarios y sus clientes MINI, para continuar comercializando vehículos de pequeño tamaño, o adentrarse en nuevas aventuras como deportivos o superdeportivos.
Llega el momento de hacer apuestas.
¡FELIZ DÍA DE LOS INOCENTES!