El Suzuki Swift 1.0 SHVS GLX es un urbano de precio razonable que no renuncia a tecnología y diseño apoyado en una mecánica híbrida.
No se me ocurre mejor manera de atacar el segmento B, el de los utilitarios, que como lo ha hecho Suzuki con el Suzuki Swift 1.0 SHVS GLX. Al menos sobre el papel, llega con todos los ingredientes propios de un superventas, sobre todo teniendo en cuenta que, entre la dilatada lista de competidores, apenas hay opciones con una concepción similar. Un poco de aquí, otro poco de allá, y el resultado es uno de los vehículos urbanos más interesantes del mercado.
La tercera generación de la nueva era del Suzuki Swift (la denominación comercial data de primeros de los años ‘80) mantiene los atributos de sus antecesores, pero a la vez es más pequeño (1 cm), más bajo (3 cm) y más ancho (4 cm) que la generación precedente, lo que deriva en un diseño todavía más atractivo y deportivo.
A ello hay que sumarle los rasgos clásicos del modelo, como el techo flotante, que puede ser de otro color (la única opción disponible) o los faros rasgados.
Sólo hay dos acabados, GLE y GLX, pero de serie ya llega con llantas de 16 pulgadas, cámara de visión trasera o sensores de iluminación, lo que da buena cuenta de las aspiraciones del fabricante.
Sin embargo, los japoneses han guardado las distancias en pos de obtener un precio contenido, en lo que a apariencia se refiere. El habitáculo imprime una sensación agradable y, sobre todo, jovial y desenfadada, marcada por multitud de movimientos circulares en su diseño y un salpicadero orientado hacia el conductor, pero cargado de plásticos duros. Ahora bien, no hay un solo botón o mando que, por tacto, empobrezca el resultado.
Donde no perdona el Suzuki Swift 1.0 SHVS GLX es en ofrecer un espacio interior sin competencia. A pesar de un tamaño que no alcanza los 4 metros de largo, las plazas traseras gozan de una asombrosa habitabilidad, en todas sus cotas, mejor para dos que para tres, dadas las características. El maletero no es de los mejores de la categoría, pero sus 265 litros me parecen más que saludables.
La denominación SHVS se refiere al sistema semi-híbrido del que dispone Suzuki, un elemento que, en España, le permite obtener la etiqueta ECO de la DGT.
Esta última combinación es la que nos ocupa, con resultados sorprendentes. La hibridación pasa absolutamente desapercibida y cuenta con la peculiaridad de que carga con la retención, no con la frenada, lo que demanda ajustar nuestros hábitos de conducción.
Lejos ya de sus ventajas, que entiendo se aprecian probando ambos simultáneamente, el motor me ha parecido francamente deseable. Muestra su potencial desde la parte baja del cuentavueltas y dispone, además, de un funcionamiento muy lleno a lo largo de todo el rango de revoluciones.
Oculta muy bien su condición de tricilíndrico. Y no sólo eso, sino que consigue mover con mucha soltura el conjunto, incluso en recuperaciones a alta velocidad.
A pesar de una caja (algo imprecisa) de relaciones largas y sólo 5 marchas, el bajo peso (950 kilos) lo convierte en un utilitario muy vivo de reacciones… y poco sediento: el consumo ronda los 5,5 l/100 km en uso real.
La dirección, en contrapartida, sí prefiere el ámbito más urbano, con un grado de asistencia muy elevado que, en entornos abiertos, pierde eficacia y, sobre todo, tacto.
Para rematar un conjunto más que interesante, incluye ayudas a la conducción propias de segmentos superiores, como asistente de cambio involuntario de carril, control de velocidad de crucero adaptativo o iluminación LED con asistente de luz de largo alcance.
De acuerdo, la gama es escasa y bien definida, pero el nivel básico no peca precisamente de falta de equipamiento. En realidad, es más que adecuado, y puede que su mayor pega sea la imposibilidad de compatibilizarlo con la mecánica híbrida. Hay que sumar también la posibilidad de equiparlo con cambio automático CVT y un sistema de tracción a las cuatro ruedas, muy poco usual en este segmento tan pequeño. ¿Alguien da más?
El Swift es un producto sincero que consigue combinar un diseño atractivo y un precio contenido. Además, despunta en tecnología, algo relevante para un modelo que compite con personalidades del tamaño del Micra o Yaris.
Precio: 4
Prestaciones: 5
Comportamiento: 5
Consumo: 4
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
Texto: Eduardo Lausín.
Fotos: Paloma Soria.
Motor térmico | Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 998 cm3 |
Potencia | 111 CV a 5.500 rpm |
Par | 170 Nm entre 2.000 y 3.500 rpm |
Motor eléctrico | Síncrono de imán permanente |
Potencia | 3 CV |
Par máximo | N.D. |
Motor híbrido | Sistema semi-híbrido eléctrico-gasolina |
Potencia combinada | 111 CV |
Par máximo combinado | 170 Nm |
Velocidad máxima | 195 km/h |
Aceleración | 10,6 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 4,3 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 3.840 / 1.735 / 1.495 mm |
Neumáticos | 185 / 55 R 16 |
Peso en vacío | 950 kg |
Maletero | 265 l |
Precio base | 18.950 euros |
DE SERIE. Airbags frontales; airbags de cabeza delanteros y traseros; airbags laterales delanteros; asistente al arranque en pendientes; control de velocidad de crucero adaptativo; sistema de alerta por cambio involuntario de carril; sistema de aviso de colisión frontal; faros delanteros de tipo LED; pilotos LED; asistente de luces de largo alcance; retrovisores exteriores regulables eléctricamente y calefactados; elevalunas eléctricos delanteros y traseros; sensores de luz; climatizador automático; cámara de visión trasera; asientos delanteros calefactables; sistema multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas; Bluetooth; toma USB y llantas de aleación de 16 pulgadas.
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