En estas últimas semanas, hemos podido apreciar cómo han crecido las ventas de coches en nuestro país. Los vehículos de segunda mano superaron las ventas del primer cuatrimestre de 2017 en un 15,5 % y, en cuanto a la comercialización de vehículos nuevos, se produjo un crecimiento del 2,1 %. Con estos datos, se aprecia un auge en el sector automovilístico que promete seguir una línea ascendente. Pero, a su vez, ha afectado de forma directa a la recaudación por impuesto de matriculación.
Según los datos aportados por la Angencia Tributaria, desde enero hasta abril de 2018 se han obtenido 148,13 Millones de euros. Precisamente, un 28,1 % más que en los primeros cuatro meses del 2017. Esto, como decimos, se debe a un aumento de la demanda, pero, en particular, se debe a la popularidad de los SUV.
La tendencia consumista apuesta por los crossover
Tal como exponen las últimas investigaciones, los todocaminos prometen ser el vehículo del futuro. Al parecer, dentro de 20 años todos los conductores manejarán un SUV y, por lo general, será eléctrico. Sin embargo, cabe destacar que la preferencia por este tipo de vehículos ya es algo palpable en nuestros días. De hecho, es uno de los factores que ha condicionado que la recaudación por las tasas de comprar un coche nuevo se dispare.
Para explicarlo, primero hay que destacar que el impuesto por matriculación ha aumentado con respecto al ejercicio del año pasado. Ahora, de media, pagamos casi 330 € por nuestro coche nuevo. Es decir, un 14 % más que en 2017. Así, el papel que juegan los SUV en todo esto es que, al ser coches más pesados con el mismo motor, sus emisiones aumentan y, por ende, sus impuestos también.
Los niveles de contaminación aumentan en 2018
En lo relativo a la contaminación que producen los vehículos, las cifras han aumentado 2 g/ km. Por tanto, hemos pasado de 116 g/km de media en 2017 a 118 g/km. Pero, además, es importante señalar que, antes, las preferencias apuntaban a modelos urbanos y compactos, vehículos que estaban exentos de pagar impuestos por las emisiones y, ahora, al optar por modelos SUV sí deben hacerlo. Pues, como son modelos más pesados y que oponen más resistencia al aire, contaminan más. Algo que, a su vez, también provoca que el tipo impositivo sea más caro.