Floyd Mayweather es el segundo deportista mejor pagado del mundo. Boxeador profesional y cubierto de dinero, ha llegado a un punto en el que solo pelea cuando le apetece… y cuando la bolsa de premios es suficientemente jugosa.
Más allá de su faceta deportiva, también es conocido por sus extrabagancias y su amor por los coches superdeportivos. Y, si juntas ambas facetas, da como resultado uno de los garajes privados más suculentos (y caros) del mundo. Los últimos en llegar han sido tres representantes de la familia Rolls-Royce .
Abajo dejamos el vídeo en el que los presentó. Los últimos en llegar son un Rolls-Royce Cullinan, lo que le convierte en ser uno de los primeros afortunados que se hacen con el primer SUV de la historia de la marca, un Rolls-Royce Ghost y un Rolls-Royce Wraith Black Badge. Con estos tres nuevos, ya lleva 7 modelos de colección. Y, por supuesto, todos de color negro.
Garaje de ensueño
En su mansión de Las Vegas se pueden encontrar destacados representantes de Rolls Royce, Ferrari, Lamborghini, Bugatti, entre muchos otros. Hay quien dice que cada mes se regala a sí mismo un coche. Su garaje provoca la envidia de todos los amantes de la alta velocidad.
En su extensa colección cuenta, solo para empezar, con un Ferrari 599 GTB, un Ferrari 458 Spyder, un Ferrari Enzo rojo, un McLaren 650S Spider, un Lamborghini Aventador, un Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé o un Rolls-Royce Ghost. Y eso solo para empezar.
Una de las joyas de su colección que más aprecia es un Mercedes S600 V12 de 1996. De la marca alemana también ostenta un Mercedes-AMG G63 V8 Biturbo. Su marca de coches preferida es, sin duda, Bugatti. Mayweather tiene aparcados tres Bugatti Veyron en su garaje. Conocido como el coche del millón de euros, los tiene personalizados. El más ‘económico’ de los suyos tiene un precio de 1,2 millones de euros.
El más caro, un Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse de edición limitada con un motor de 1.200 CV, tenía un precio de 3 millones de euros. Ahora, al ser una unidad muy cotizada, seguro que podría sacarle un 50 % más en el mercado de coleccionistas. A estos tres suma un Bugatti Chiron, por el que pagó 3,14 millones de euros.
Piezas exclusivas
Otra de las piezas más exclusivas es el superdeportivo japonés Kode57, diseñado por Ken Okuyama, el mismo diseñador que dio forma al Ferrari Enzo. Solo hay cinco unidades en el mundo y el boxeador se afanó en hacerse con una unidad.
Aunque el impresionante tamaño de su mansión le permite tener casi todos los coches que quiere, no es raro que ver cómo pone alguno de sus superdeportivos a la venta. Hay que hacer hueco para sus nuevas adquisiciones.
Texto: Carlos Olmo y Julia Páfila