El nuevo habitáculo trasero de Rolls-Royce para su modelo Phantom es ideal para mantener conversaciones de alto secreto sin que el conductor o terceras personas se enteren. Ha sido presentado en el salón Chengdu Motor Show de China, con elementos innovadores en lo referente a la privacidad y el lujo.
La operación aislamiento de la suite tampoco ha comprometido el espacio o el confort de los pasajeros. Se ha conseguido instalando un cristal electrocromático entre la cabina delantera y trasera. Este elemento logra separar visualmente ambos espacios con sólo tocar un botón. Así, al ocupante se le ofrece ver la carretera a través del vidrio o transformarlo en opaco, aumentando el nivel de privacidad.
Por otro lado, en lo que respecta al sonido, la suite privada del Rolls-Royce Phantom se aísla con la última tecnología para convertirse en “el habitáculo más silencioso del mundo”, según la marca. Lo logra con un compuesto específico de frecuencia que inhibe la transmisión del sonido de la conversación a la cabina delantera.
Aislados de forma visual y sonora, los ocupantes de la suite privada sólo podrán comunicarse con el conductor a través de un interfono. Éste está controlado por los ocupantes de la parte trasera, que con sólo presionar un botón pueden hablar con la parte delantera. Por su parte, el conductor o copiloto puede llamar a la suite, previa aceptación de la llamada por parte de sus ocupantes.
Este ‘búnker’ del Phantom está equipado también con una abertura controlada sólo por el pasajero, por donde se pueden pasar de una cabina a otra documentos u objetos. Cuando aún está abierta, la trampilla se ilumina de forma discreta para garantizar que los pasajeros confirmen previamente que los objetos son los que han pedido.
El equipamiento de esta suite privada de lujo se completa con un cristal de privacidad posterior y cortinas traseras. También incluye sistema multimedia con dos pantallas que se controlan desde la consola central del habitáculo, además de un puerto HDMI y una pequeña nevera para guardar botellas de champán, con sus respectivas copas. Como remate final, el techo se puede iluminar a modo de cielo estrellado.