La situación entre el gremio de taxistas y las empresas especializadas en el transporte privado de pasajeros se complica. Cinco taxistas se han quitado la vida por problemas económicos ligados a la situación que vive el gremio en la actualidad. Sin duda, unas cifras que evidencian las tensiones que se viven en la Gran Manzana, por la falta de una regulación de transporte equitativa y la depreciación de las licencias para conducir taxis.
En febrero, un taxista se suicidó frente a las puertas del Ayuntamiento de la ciudad y aprovechó su cuenta de Facebook, para explicar los motivos que le habían llevado a tomar esa decisión. Esencialmente, se basaba en que las deudas acumuladas eran inasumibles y argumentó que los gobiernos estaban contribuyendo a la “destrucción de la industria”. Unos motivos que, según parece, también compartían las demás víctimas.
Uber aumenta su presencia en las calles de Nueva York
En estos últimos años, decenas de miles de conductores se han sumado a las filas de Uber, haciendo que la compañía crezca a un ritmo sin precedentes. En 2013 solo contaba con 1000 personas y, tan solo un año después llegaron a los 40.000. Actualmente, cuentan con más de 60.000 vehículos vinculados y esta cifra sigue aumentando día tras día.
Ante esto, el Alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ha intentado establecer una normativa que limite su actividad. De este modo, pretende reducir su presencia en las calles y proteger, en cierto modo, el negocio de los taxistas. Sin embargo, es algo que todavía no ha llegado a concretarse. Hoy por hoy, las compañías como Uber o Lyft siguen disfrutando de ventajas fiscales a pesar de ser las empresas que acumulan las mejores cifras. Entre ambas, acumulan más de 522.000 desplazamientos al día.
Los taxistas de Nueva York exigen cambios
Antes de que surgieran los vehículos con conductor (VTC), una licencia de taxi podría costar en torno al millón de dólares en la ciudad. Sin embargo, ahora este coste ha disminuido a unos 175.000 dólares, aproximadamente. Así, también hay que sumar las limitaciones legales que fijan el número máximo de taxis en 13.587. Por ello, los taxistas han llevado a cabo numerosas protestas y manifestaciones, reclamando una normativa más equitativa para todos; aunque, todavía sin éxito.
En cambio, en España la situación es diferente. Cuando el Tribunal Supremo estaba sopesando liberalizar el mercado y favorecer la actividad de los VTC, el Gobierno decidió elevar a rango de ley la regulación que los limita. El objetivo era mantener una convivencia entre ambos gremios de conductores. Pero, a su vez, querían impedir que el negocio de los taxis se perdiera. Por el momento, han conseguido que esta regulación no empeore la situación, aunque el futuro del sector sigue siendo incierto.