Un error al escuchar las cifras fue el motivo que impidió que se escuchara el Porsche Type 64.
Curioso el caso vivido en la subasta que Sotheby’s organizó coincidiendo con el concurso de Elegancia de Pebble Beach, que se sitúa como uno de los eventos el motor más exclusivos a nivel internacional. Uno de los lotes era uno de los tres Porsche Type 64 que Ferdinand Porsche construyó, aunque el único que no desapareció tras la Segunda Guerra Mundial. Se ofrecieron 70 millones de dólares (63,1 millones de euros). Cayó el martillo de madera. Sonó aquello de “adjudicado”. Y no se vendió.
El problema estuvo en las dificultades de escucha en la sala habilitada para la puja y la falta de entendimiento con el inglés. La puja partía de 13 millones de dólares (thirteen), mientras que muchos creyeron que partía de 3 millones (thirty). Su pronunciación en inglés es muy similar y apenas se diferencian por una ‘n’ final que, visto lo visto, es fácil que pase desapercibida.
Así, la puja se fue subiendo de forma desorbitada para muchos pues mientras unos creían que aumentaba de un millón en un millón, otros pensaban que lo hacía de diez en diez millones. Así hasta que llegaron a la mágica cifra de 70 millones (seventy) cuando el interesado quería decir 17 millones (seventeen).
Error reconocido… y coche sin vender
El error se descubrió cuando el interesado vio la cifra que debía firmar y alegó que eso no era lo que había dicho. Tras el revuelo ocasionado en un evento tan elitista, Sotheby’s admitió su error por el ruido de la sala y las dificultades para escuchar bien. Sin embargo, el coche se quedó sin vender igualmente.
¿Cuál fue el motivo a pesar de que los 17 millones ofrecidos superaban los 13 millones de partida? Esa cifra no satisfacía al vendedor. En las subastas, aunque los vehículos tienen un precio de partida, los vendedores tienen unas expectativas de venta.
En este caso no se ha indicado la cantidad que esperaba lograr el vendedor, aunque los 17 millones debieron resultar escasos, quizás porque ya se había ilusionado con llevarse 70 o, según algunas voces, porque esperaba que la subasta ascendiera al menos a 20 millones de dólares (18 millones de euros).
Así, ante la pérdida de interés de los potenciales compradores, sumergidos en un mar de dudas sobre el valor real del vehículo, y escudándose en el defecto de forma y en el fallo de la subasta, el propietario pidió que la puja quedara desierta por lo que tendremos que esperar a nueva subasta, y a que los presentes estén más finos de oído la próxima vez, para comprobar por cuanto se vende el único Porsche Type 64 que queda entero.
Porsche Type 64, una historia incompleta
El Porsche Type 64, o 64-60k10 como realmente se creó, sin la denominación Porsche que posteriormente se le impondría, fue creado para una de las competiciones de larga distancia que se comenzaban a extender por Europa al estilo de la Mille Miglia en el primer tercio del siglo XX. En este caso, la prueba pretendía unir las ciudades de Berlín y Roma.
Para la competición se crearon tres vehículos, que se construyeron sobre la base del modelo que posteriormente se convertiría en el Porsche 356 (y del que tantos elementos comparte con el Volkswagen Type 1 o Volkswagen Beetle). Ferdinand Porsche fue el encargado de construir el chasis y la mecánica mientras que de la carrocería se encargó Reutter (un taller que estaba al lado del taller de Porsche).
Sin embargo, ante el inicio de la Segunda Guerra Mundial se suspendió la competición Y los coches quedaron aparcados. El primero de los tres vehículos se lo quedó como regalo uno de los integrantes del proyecto (del que se desconoce su paradero tras su entrega), el segundo se lo quedó la familia Porsche pero sufrió un accidente y se rehabilitó como vehículo de pruebas; y el tercero, objeto de esta subasta, fue vendido por al piloto austriaco Otto Mathé logrando varias victorias.
Tras su fallecimiento, la familia del piloto lo vendió a un particular tras lo cual ha cambiado de manos en varias ocasiones.