No, no te estoy presentado un Porsche 911 GT1 a los que Porsche colocó una matrícula para pasar la homologación. Te hablo de todo un Porsche 911 GT1 Evolution que se ha batido el oro en los circuitos y que, en algún momento, alguien dedicó su tiempo y dinero para hacer legal su uso en carretera. En otras palabras, esta subasta no trata sino de un coche de competición del más alto nivel que puede conducir en carretera abierta. Todo un reto, ¿verdad?
Nunca antes una frase había sido tan sincera: directo desde los circuitos. Este ejemplar de 911 GT1 no solo ha competido, sino que tiene un más que interesante historial. Tiene en su haber 31 carreras disputadas, de las cuales ha conseguido la victoria en 13 de ellas. A su vez, este coche ha sido tres veces campeón de GT en Canadá.
Sorprende que bajo esa carrocería plana, incluso discreta dentro de lo que se podría esperar, haya todo un campeón de GT. Lo mejor de todo es no ha perdido ni un ápice de su condición de coche de carreras. Prueba de ello lo tiene su aerodinámica, afinada para obtener el máximo rendimiento en la pista. Y si nos colamos en el habitáculo, poco vamos a ver más que una pareja de asientos de competición, jaula de seguridad, arneses o unos controles simplificados.
Lo más fácil para darse cuenta de que este Porsche 911 GT1 Evolution proviene de las carreras es echarle un vistazo al motor. Equipa un bloque de 3,2 litros Boxer con una potencia de más de 600 CV de potencia. La versión de calle comercializada por la marca se limitaba a solo 544 CV. Su menor peso, unos 100 kilos menos, que resta el haber prescindido de muchos equipamientos y revestimientos, lo convierten en un auténtico demonio en nuestras calles.
La subasta la lleva a cabo el especialista RM Sothebys, quien calcula que el precio final de venta será superior a los 3 millones de dólares. Nada mal para un ejemplar escaso que, además, tiene bajo el brazo un completo historial para el más exquisito y exigente de los clientes.
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