La prestigiosa casa de subastas Sotheby’s posee uno de los lotes más espectaculares de su historia para vender el próximo 15 de agosto en su sede de Monterrey (California): un McLaren F1 exclusivo de 1994 con motor fabricado en oro, valorado en 23 millones de dólares (20,5 millones de euros, aproximadamente.
El único y lujoso motor del McLaren F1, un V12 de 6.1 litros y 680 CV de potencia, tiene varios compartimentos y piezas fabricados en oro. El caro material es altamente resistente y ayuda a disipar el calor. Además, añade más exclusividad si cabe al modelo, de edición limitada y del que sólo se construyeron ocho unidades.
De venderse esta obra de arte del automovilismo por 23 millones de dólares estaríamos hablando del coche más caro jamás subastado, superando el récord del Aston Martin DBR1, vendido en 2017 por 22,5 millones de dólares. La unidad subastada se corresponde con el chasis 018, entregado a su primer propietario en Japón, en 1994.
A comienzos de siglo, en 2000 y 2001, el McLaren F1 recibió dos actualizaciones por petición de su nuevo propietario en la factoría de la marca en Surrey, Inglaterra. Se instaló un nuevo kit de alta carga aerodinámica, con alerón trasero de fibra de carbono y un divisor delantero ampliado, se mejoró el sistema de escape y se repintó la carrocería con un nuevo tono plata.
El McLaren F1 fue el primer coche en fabricarse con un chasis completo de fibra de carbono. En su momento fue una opción de diseño muy revolucionaria, empleándose meses para el modelado y numerosas pruebas en el túnel del viento. Gracias a ello posee un coeficiente de arrastre de 0,32, un índice que le convierte en uno de los automóviles más aerodinámicos jamás construidos.
Otra de sus innovaciones, relacionada también con el empleo de la fibra de carbono, residió en su peso, uno de los más bajos de su generación de superdeportivos. Gracias a la experiencia de su equipo de Fórmula 1, McLaren fabricó las llantas del F1 con una aleación ligera de magnesio, y titanio para otros componentes como el bastidor auxiliar o el pedal del acelerador.
En 2007, el McLaren F1 018 volvió a cambiar de dueño, un empresario y piloto de carreras Andrew Bagnall. En estos últimos doce años, Bagnall ha mantenido meticulosamente el bólido, conduciéndolo regularmente, al menos una vez al mes. “Gracias a sus actualizaciones, es un coche muy cómodo y fácil de conducir, sobre todo a la hora de cambiar de marcas, con sólo un chasquido. Es un coche único en el planeta”, reconoció hace unos años en una entrevista para McLaren.
Andrew Bagnall vende ahora su McLaren F1 en perfectas condiciones de conservación y conducción. Le acompaña un completo archivo de documentación y el servicio regular de mantenimiento de McLaren. En él se puede comprobar que el coche ha pasado todas las revisiones posibles. Además, en el historial de conducción aparece en tres giras de clubes de propietarios de este modelo, en enclaves como Garda o la Toscana en Italia y Burdeos en Francia.