Hace ya unos cuantos meses que conocimos el nuevo Subaru Impreza, pero a la hora de ir al concesionario lo más cercano a él, en España, era el XV. Hablo en pasado porque el nuevo Subaru Impreza 2018 llega a España en el mes de abril a un precio que parte de 20.400 €.
La nueva plataforma global de Subaru es la que este Impreza 2018 toma como base. No solo le permite incorporar mayor tecnología, sino que aumenta su rigidez para proporcionar mayores niveles de confort y una dinámica superior.
El espacio interior es otro de sus reclamos, más habitable que cualquiera de sus antecesores, aunque a cambio de una gran envergadura. Mide 4,46 metros de largo, 1,77 m de ancho y 1,48 de alto para presumir de una gran batalla de 2,67 metros. El maletero cubica 385 litros, en la línea de sus competidores.
La gama Subaru Impreza es sencilla, se trata de un vehículo casi de nicho al que Subaru ha dedicado un único motor. Éste, a su vez, va asociado a una sola transmisión automática y a un sistema de tracción total Symmetrical All-Wheel Drive, marca de la casa.
No hay alternativas diésel, solo un 1.6 gasolina atmosférico con una potencia de 114 CV y un par máximo de 150 Nm. Cifras discretas que le otorgan un 0 a 100 km/h en 12,4 segundos y una velocidad máxima de 180 km/h.
No, el Impreza no es ese compacto deportivo que antes representaba a Subaru en competición. Olvídate de una variante STI. El nuevo Impreza responde, parece, a las necesidades reales de los clientes: espacio, facilidad de uso, confort y seguridad.
Es por ello que acude a una transmisión automática Lineartronic de variador continuo, presente en muchos otros modelos de la firma. Junto a ella, un sistema de tracción total avanzado. Ambos llegan de serie, no hay opción a un Impreza manual o de tracción simple.
Para España, el nuevo Subaru Impreza propone dos niveles de acabado, Sport y Executive, el primero de ellos de acceso. Aunque no por ello va mal dotado, al contrario: ya de serie incluye EyeSight, llantas de 16 pulgadas, climatizador automático, pantalla central de 6 pulgadas o Apple CarPlay y Android Auto (el navegador no es opcional de ninguna manera).
El siguiente escalón ya suma luces de tipo LED, faros antiniebla delanteros, llantas de 17 pulgadas, asientos delanteros calefactables, climatizador de dos zonas, sistema multimedia STARLINK con pantalla de 8 pulgadas, cámara de visión trasera, cuadro de mandos con pantalla LCD de 6,3 pulgadas…
Los equipamientos son cerrados, no hay opcionales aparte, salvo la pintura metalizada, que supone un incremento de precio de 550 €. Hay, por cierto, 6 colores disponibles.
Todos los Impreza llevarán instalado de serie el conjunto de sistema de asistencia a la conducción EyeSight. Esta apuesta por la seguridad contempla elementos como el avisador de cambio involuntario de carril, asistente de mantenimiento de carril, control de velocidad de crucero adaptativo o frenada de emergencia automática.
A ello suma, para este nuevo modelo, avisador de presencia en el ángulo muerto, asistente de luces de carretera, iluminación adaptativa y alerta por tráfico trasero cruzado. EyeSight, según la marca, es capaz de reducir a la mitad los accidentes de tráfico.
Subaru pone a la venta en abril el nuevo Impreza a un precio de 20.400 € con acabado Sport, incluyendo ya el descuento promocional de 1.400 €. El acabado Executive tiene un descuento mayor, de 1.700 €, lo que deja su importe en 23.200 €.
Ya hemos podido poner a prueba el nuevo Impreza antes incluso de conocer los precios y equipamientos para España, un concepto que, como antes recalcaba, ha cambiado para dejar atrás la deportividad y centrarse en los requisitos solicitados por el cliente Subaru.
Sí, la marca no niega que los gustos han cambiado, no solo del mercado, sino también de sus propios clientes. Por ello, el nuevo compacto ofrece mejores calidades, a la vista en un habitáculo más cuidado que en anteriores ediciones y que, ahora sí, apuesta firmemente por la tecnología.
Renuncia por completo al navegador y solo confía en Apple CarPlay y Android Auto
El nuevo sistema multimedia es mucho más completo e integra Apple CarPlay y Android Auto de serie, a cambio, eso sí, de renunciar definitivamente al navegador.
El confort es ahora una prioridad, lo que ha derivado en una nueva estructura del chasis capaz de reducir las vibraciones. También se ha instalado mayor cantidad de material aislante y se ha aumentado la rigidez estructural, de modo que la suspensión trabaja de forma más eficiente.
En la práctica, el Impreza 2018 es un vehículo sensacional en este aspecto, pues crea una atmósfera de confort muy elevada en el interior, a lo que sumar unas cotas de espacio superiores a las de cualquiera de sus antecesores.
En cuanto al motor, es tal vez el punto más controvertido del conjunto, aunque Subaru entiende que las pretensiones deportivas de su cliente objetivo son escasas: su uso, dice la marca, es eminentemente urbano. Por eso el 1.6 atmosférico de gasolina y 114 CV de potencia se nos antoja algo escaso. Es útil para el día a día, pero ese chasis es capaz de digerir mucha más potencia. Tal vez una unidad en torno a los 150 CV sería más adecuada.
El bloque funciona con suavidad pero le falta viveza, tal vez culpa de un cambio automático de variador continuo Lineartronic que, si bien resulta exquisitamente confortable, no logra exprimir las capacidades del pequeño propulsor. En otras palabras, se mueve de forma correcta, sin alardes.
El chasis bien podría soportar más potencia, pero no está previsto un motor de mayor rendimiento
De serie es también el sistema de tracción total Symmetrical All-Wheel Drive de Subaru, que apuesta por la seguridad en todo tipo de condiciones. Mantiene pegado a la carretera un chasis bien puesto a punto que proporciona un alto grado de confort y una elevada confianza en curva.
En definitiva, el Subaru Impreza 2018 no tiene nada que ver con lo que conocíamos, lo cual no es necesariamente un punto negativo. Ha elevado su confort y su calidad, también su tecnología, a cambio de un precio interesante dada la cantidad de equipamiento de serie.
Sin embargo, el motor nos deja algo fríos, no porque no sea válido para un uso corriente, sino porque ese chasis es capaz de digerir una potencia y prestaciones superiores. Tal vez este bloque unido a un cambio manual y a la tracción simple sería una propuesta todavía más interesante. Nos quedaremos con las ganas de saberlo.