En la actualidad hay más de 450.000 alumnos a la espera de sacarse algún carné de conducir en nuestro país, unos alumnos que están a la espera de poder realizar la parte práctica tras haberse superado la parte teórica (algo que buena parte de ellos se prepararon durante el confinamiento de la pasada primavera). La solución a este cuello de botella que se ha formado podría estar en la Guardia Civil que podría aportar varias decenas de agentes para la realización de estos exámenes ante la incapacidad de la DGT de dar una solución a la situación a corto plazo.
Las primeras reuniones entre la CNAE, la confederación Nacional de Autoescuelas de España, la DGT, comandada por Pere Navarro, y la Asociación Profesional de Guardias Civiles, ya han tenido lugar. Y la solución se podría desbloquear en breve.
La situación no es fácil. En la actualidad hay 802 examinadores en nuestro país, a los que en unos meses se incorporarán 40 que están en proceso de formación y otros 35 que se saldrán de las oposiciones convocadas para el 2021, unas cifras a todas luces insuficientes ante el atasco que hay en la autoescuelas de alumnos que desean hacer alguno de los exámenes prácticos que les corresponde.
Es por esto que se ha decidido buscar nuevas soluciones, está por ver si temporales o definitivas, en la Guardia Civil. Si las conversaciones terminan con éxito, según apuntan desde El Español, serían agentes de la benemérita con experiencia en Tráfico los que ayudarían con estos exámenes.
Para ello solo tendrían que realizar un curso de adaptación. Además, desde la PGC sugieren que este cambio debería venir acompañado de un suplemento económico y más tras la equiparación salarial que ha tenido lugar entre los agentes de seguridad y que ha costado 330 millones de euros.
Esta situación se ha producido después de que muchos alumnos aprovecharan el tiempo de confinamiento para estudiar algún carné de conducir. La sorpresa llegó cuando regresamos a la normalidad, a la nueva normalidad, y a los alumnos que no se habían podido examinar antes del confinamiento, entonces ya había problemas con los exámenes prácticos, se sumaron los nuevos que superaron los teóricos tras el confinamiento.
El resultado ha sido una acumulación de solicitudes de exámenes prácticos a la que la DGT no puede responder. Las esperas para poder realizar estas pruebas superan el mes. Y esta situación de torna en tragedia si el alumno no aprueba y tiene que volver a esperar meses para poder repetir el examen.