Estuvo en el pasado Salón de Ginebra 2017 y ahora nosotros hemos tenido la oportunidad de probar el Skoda Rapid 2017, que es básicamente un “restyling” de la primera generación. En la gama de este fabricante, lo vas a encontrar por encima del Skoda Fabia y justo por debajo del Skoda Octavia.
Esta actualización consiste en puntuales cambios a nivel estético, tanto interiores como exteriores, así como en la incorporación del motor de gasolina tricilíndrico 1.0 TSI, en los niveles de potencia de 95 y 110 CV. No es una mecánica nueva como tal, ya que está presente en modelos de otras marcas propiedad del Grupo Volkswagen, pero sí que es la primera vez que está disponible en el Skoda Rapid.
Comenzando por las revisiones visuales, lo más obvio es un frontal de nueva factura, que incorpora ahora faros bi-xenón y tecnología LED en el sistema de iluminación diurna y en sus indicadores intermitentes. La parte trasera, por su parte, también se ha revisado en este coche, que en realidad es la versión larga de la gama Rapid (El Skoda Spaceback, conocido en otros mercados como Rapid Spaceback, tiene una dimensiones algo más reducidas). Metro en mano, el Skoda Rapid 2017 cuenta con una longitud de 4,48 metros, una anchura de 1,71 metros y una altura de 1,46 metros. También dispone de un generoso maletero, que homologa 550 litros, frente a los 415 litros del Spaceback.
Si hablamos de cambios en el habitáculo, cabe mencionar un cuadro de instrumentos rediseñado y novedosos detalles a modo de inserciones en zonas como el salpicadero.
El espacio interior de este coche sigue siendo agradable y correcto para el segmento que ocupa y, con una batalla de 2,6 metros en ambas carrocerías, te diré que, decidirse por uno u otro, será cuestión del espacio de carga que creas que vas a necesitar en el maletero.
Como podrás esperar, nos hemos centrado en conducir y comprobar cómo trabaja el nuevo motor de gasolina tricilíndrico 1.0 TSI, aunque es un conocido propulsor turboalimentado que ya hemos podido probar en otros coches. Del nivel de potencia de 95 CV tengo que comentar que es bastante justito en cuanto a empuje (160 Nm de par motor máximo), por lo que yo lo reservaría al Skoda Spaceback, mientras que, para el Skoda Rapid, el de 110 CV te resultará suficiente para no echar en falta algo más de par (200 Nm). Aunque ninguna de las dos carrocerías está sobradas de espacio en las plazas traseras (siempre es preferible llevar a dos personas para que vayan cómodas), piensa que llevar el maletero lleno siempre va a aportar un mayor peso en el Rapid, con 550 litros de capacidad.
Echo en falta, eso sí, que no esté disponible el cambio automático de doble embrague DSG con 7 velocidades para la opción de 110 CV. Tendrás que conformarte con el cambio manual de seis velocidades que, aunque trabaja correctamente, el no poder elegir lo veo como un “handicap”. En el de 95 CV sí que lo vas a tener disponible como extra, aunque de serie dispone de una caja de cambios manual, que en este caso es de cinco velocidades. El consumo en ciclo mixto en ambos casos (95 y 110 CV) ha estado en torno a los 6,5 litros/100 km, algo más elevado en ocasiones en el de menor potencia. Esto se entiende porque hay que llevar el cuentarrevoluciones más arriba para cambiar de marcha y obtener así una respuesta óptima.
El comportamiento en carretera es bueno, tal y como lo recordamos de su primera generación, sin balanceos molestos y con una absorción correcta de las irregularidades del asfalto.
Tan sólo recordarte que el resto de motores ofrecidos por el Skoda Rapid 2017 son otro propulsor de gasolina 1.4 TSI de 125 CV, un diésel 1.4 TDI de 90 CV y otro, también de gasóleo, con 1,6 litros de cilindrada y 116 CV de potencia.
Esta actualización se pondrá a la venta en junio, pero todavía no se han confirmado los precios, por lo que habrá que esperar a que Skoda los anuncie más adelante.
Lo que sí sabemos es que se venderá en los acabados “Active”, “Ambition”, “Style” y “Monte Carlo”.
