¿Quién dijo que los todocaminos son aburridos? La firma checa mostrará en el Salón de París la versión superlativa de su SUV de mayor tamaño. El nuevo Škoda Kodiaq RS mostrará sus garras a un público. Pero, por el momento, se ha de contentar con una primera imagen oscurecida que deja entrever su carácter indomable. Además, su tarjeta de visita muestra el motor más potente de la historia de la marca: un 2.0 TDI biturbo diésel de 239 CV.
Son buenas noticias para la muestra que se celebrará a las orillas del Senna entre los días 2 y 14 de octubre (los dos primeros para prensa especializada), tras las informaciones que se acumularon antes del verano sobre las marcas que confirmaban su ausencia del Salón de París de este año.
El Škoda Kodiaq RS adentra el segmento de los todocaminos de la marca en el departamento que designa a los modelos más inconformistas del portfolio de Škoda. Así, cuando llegue al mercado se espera que disponga de la última tecnología en cuestiones de seguridad y ayudas a la conducción del Grupo Volkswagen, unas características que aún no han sido desveladas.
Sí lo ha sido el propulsor que se encargará de obtener sonrisas en sus ocupantes. Se trata de un 2.0 TDI biturbo que promete 239 CV, el motor comercializado más potente de la historia de la compañía y que desafía los malos augurios que giran en torno a las mecánicas diésel. Se trata del mismo motor que tiene el Škoda Octavia RS 245, situado hasta ahora como el modelo checo más rápido jamás construido y que, de forma sorprendente, en este caso eleva su potencia hasta los 245 CV.
De que permanezca pegado al suelo ante tal torrencial de capacidades se encargará una tracción total que se espera sea desconectable.
Cuesta entender hoy día que el nuevo mundo que se abre para el Skoda Kodiaq tiene sus orígenes en el mundo de los rallies. RS significa literalmente Rally Sport. Sus inicios se encuentran más allá del telón de acero y lejos de la familia Volkswagen. Nos remontamos al año 1974; cuando aquella marca asolada en la época soviética se atrevió a desarrollar los Škoda 180 RS y 200 RS, dos prototipos de coches de rallies.
Estos devendrían en el Škoda 130 RS, un modelo ya sí destinado a conseguir los mejores tiempos en los tramos de carretera; algo que logró con dos victorias en su categoría en el Rally de Montecarlo y el Rally Acrópolis.