Nos ponemos al volante de la versión más emocional y prestacional de la gama Skoda Kodiaq . Animado por un motor diésel biturbo de 240 CV y secundado por una puesta a punto perfecta, el Skoda Kodiaq RS nos demuestra por qué es el SUV de siete plazas más rápido de Nürburgring.
Skoda ha sabido marcar perfectamente el tempo en todo lo relacionado con su gama de SUV. Tras un primer aperitivo con el Skoda Yeti (a medio camino entre crossover y todocamino), la firma checa lanzó a principios de 2017 su primer SUV ‘de verdad’: el Skoda Kodiaq.
Tal ha sido su aceptación que en este tiempo no solo se han vendido más de 277.000 unidades en todo el mundo, sino que también ha aparecido un hermano pequeño, el Skoda Karoq, al que posteriormente se unirá otro de corte urbano.
Pero el Skoda Kodiaq es el que abrió el camino. El fabricante le debe mucho al Skoda Kodiaq y viceversa. Quizá por eso, los altos cargos de la marca han permitido que este SUV sea el primero en incorporar las siglas RS. El resultado lo tenemos ante nosotros: el Skoda Kodiaq RS que hemos podido conocer, y conducir, en Jerez.
Más allá de los retoques estéticos de los que hace gala y en los que luego entraremos, la versión más prestacional del SUV checo destaca por lo que esconde bajo su capó. Allí se aloja el motor diésel más potente jamás montado en un Skoda: el 2.0 Bi-TDI de 240 CV que el Grupo Volkswagen ya emplea en los Volkswagen Passat o Volkswagen Arteon .
El hecho de que Skoda haya apostado por un diésel en lugar de por un gasolina, no solo se debe a que la predominancia de este combustible en los todocaminos de gran tamaño sigue siendo altísima, sino a que el 58% de los clientes que optan por un Skoda de la gama RS se decantan por este sistema de propulsión.
En este caso, el bloque de cuatro cilindros en línea emplea dos turbocompresores colocados en serie, consiguiendo que la respuesta no solo sea inmediata desde un régimen bajo de vueltas, sino que se mantenga constante en todo el rango de revoluciones. Así se percibe en marcha, pues aunque Skoda nos diga que sus 500 Nm aparecen a 1.750 vueltas, lo cierto es que basta rozar el pedal derecho para notar el empuje, incluso por debajo de las 1.400 rpm.
El conjunto que ha de mover es grande (recordemos que mide 4,70 m) y pesado (roza los 1.900 kg). Pero se muestra sobrado de solvencia. Se le nota algo perezoso en algunas situaciones arrastrado por una caja de cambios lenta a la hora de realizar un kickdown para revolucionar el motor. Pese a todo, el 0 a 100 km/h que registra es más que notable, necesitando 6,9 segundos para completarlo.
Por suerte, donde no ponemos pero alguno es en el apartado dinámico. Los ingenieros checos han sabido dar una vuelta de tuerca adicional para ofrecernos un conjunto muy divertido para afrontar tramos virados. La dirección progresiva, la suspensión de dureza variable, unos frenos contundentes, con discos delanteros de 340 mm y traseros de 310 mm, y la afamada tracción total 4×4 con embrague Haldex tienen gran parte de culpa.
En la práctica, un coche que resulta más ágil de lo que a simple vista parece. Sí, ofrece ciertas inercias en vértices más acusados pero en líneas generales el comportamiento de este Skoda Kodiaq RS satisface gratamente. Pese a todo, le encontramos dos pegas.
La primera, el consumo. En una conducción deportiva, el gasto se dispara fácilmente hasta los 12 l/100 km (en condiciones normales se mueve en torno a 8,5 l/100 km). La segunda, la sonoridad. Con el modo Sport activado, la melodía que se filtra al habitáculo queda lejos de ser totalmente deportiva.
Desde la marca nos aseguran que no hay filtración alguna desde los altavoces, pero también confirman que no es un sonido de escape puro. En su lugar, se ha añadido una especie de amplificador colocado en la zona trasera derecha que si bien sí enfatiza el borboteo, no acaba de ser del todo natural.
Si nos centramos en el apartado estético, este Skoda Kodiaq RS no pasará desapercibido. Además de los llamativos colores exteriores que monta, entre los que destacamos el Race Blue, el Steel Grey y el Velvet Red, cuenta con paragolpes específicos, detalles en negro para la calandra, retrovisores y barras de techo, llantas de 20 pulgadas con pinzas de freno en rojo, difusor trasero con doble salida de escape, un embellecedor reflectante posterior o el nuevo logo RS de Skoda en rojo.
De puertas para dentro, el ambiente racing es incluso mayor, gracias en parte a los espectaculares asientos deportivos tipo baquet (de serie), al volante deportivo, a los pespuntes en rojo, al tapizado Alcantara de las puertas y butacas o a la moldura en imitación de fibra de carbono del salpicadero. A ello se suma la inclusión del cuadro de instrumentos digital Virtual Cockpit con grafismos exclusivos para esta versión.
La comercialización del Skoda Kodiaq RS ya ha comenzado con un precio cifrado por la marca de 50.750 €. No obstante, sumando las campañas comerciales y la financiación a través de VW Financial Services, el rey de Nürburgring entre los SUV de siete plazas (marcó un tiempo de 9:29 minutos), puede ser tuyo por 43.500 €.
Texto: Karam el Shenawy