La oferta Skoda está dando un cambio radical, y es que en apenas unos pocos meses ha pasado de no ofrecer ninguna versión electrificada a electrificar prácticamente toda su oferta. Hay híbridos enchufables pero también eléctricos puros, como el pequeño Citigoe iV. Y ahora también el Skoda Enyaq que ya hemos probado.
Hace unas semanas el fabricante checo nos citaba en Irlanda para conocer más de cerca su primer eléctrico dedicado. No olvidemos que el Citigo es una variación sobe un coche inicialmente previsto con motores de combustión. Así que prepárate porque vamos a contarte cómo es este SUV cero emisiones y cómo va al volante.
Aunque por ahora Skoda nos muestra su Enyaq bajo un camuflaje muy corporativo, ya sabemos algunos datos de este modelo. Por ejemplo su tamaño. Con 4,64 m de longitud, 1,61 m de altura y 1,87 m de anchura se sitúa entre el Karoq y el Kodiaq, completando una oferta SUV que no lo es tanto.
Me explico. El concepto del Enyaq es un tanto diferente. Mezcla la apariencia robusta de un SUV un estilo de familiar. Un resultado que personalmente me recuerda mucho al del Mercedes-Benz Clase R. Por supuesto, no faltan detalles tecnológicos casi futuristas, como la iluminación LED que incluye la parrilla delantera. Por cierto, su diseño está basado en el no menos espectacular Vision iV.
Todavía no se han mostrado imágenes del interior del Skoda Enyaq, un habitáculo que destaca por la implementación de las pantallas digitales. Los vehículos de prueba, aún en fase de prototipo, tenían también el salpicadero camuflado, pero ya quedó clara la disposición de sus elementos.
Skoda ya refleja que el sistema multimedia cuenta con una pantalla de hasta 13 pulgadas, un gigantesco formato que permite controlar mejor los diferentes menús. Por supuesto, hay tecnología dedicada al sistema eléctrico, como información de puntos de carga o un mapa de rango.
Por su parte, apuesta por el minimalismo, lo que deja un salpicadero dominado por su parte central. Esto es que el cuadro de mandos, frente al conductor, se compone de una pequeña pantalla digital con la información básica y muy pocas opciones de configuración. Dice Skoda que ha querido ceñirse al argumento Simply Clever también en este aspecto. De este modo solo muestra la información que el conductor verdaderamente necesita.
Como no podía ser de otra manera en la firma, el Skoda Enyaq es un coche muy habitable. De acuerdo, su tamaño invita a ello. Pero es que se han situado de forma muy inteligente los elementos interiores para hacer hueco a los ocupantes. Y no solo nos hemos subido en las plazas traseras, sino que hemos rodado en ellas.
Ofrece mucho espacio para los pasajeros traseros, en todas las cotas, a lo que suma un maletero de hasta 585 litros de capacidad. Esto se debe a la colocación de las baterías bajo el piso, que redunda en otra ventaja: un muy bajo centro de gravedad.
Pero lo mejor del Skoda Enyaq está bajo la piel. Inteligentemente la marca no se ha centrado en un solo motor o una sola batería, sino que ha desarrollado una completísima gama en la oferta Enyaq. Muy al estilo Tesla. En conjunto podemos comprar hasta cinco versiones diferentes del coche, incluida una variante deportiva vRS.
La batería de acceso de 55 kWh se asocia solo al motor pequeño (situado en el eje trasero, por lo que es de tracción trasera) de 146 CV de potencia. Este Enyaq iV 50 logra hasta 340 CV. También de tracción trasera aparece el Enyaq iV 60, ya con batería de 62 kWh y motor de 177 CV. Recorre hasta 390 km con una carga. El último en ofrecer solo tracción trasera es el Enyaq iV 80, el de mayor rango (500 km) gracias a una batería de 82 kWh y una potencia de 201 CV.
Las otras dos versiones son necesariamente de tracción total, puesto que añaden un motor eléctrico adicional en el eje anterior. Emplean la misma batería de 82 kWh pero también suman potencia. El Enyaq iV 80X proporciona 260 CV y el Enyaq iV vRS 301 CV. Ambos anuncian una autonomía máxima por carga de 460 kilómetros. Por cierto, el deportivo vRS ejecuta el 0 a 100 km/h en solo 6,2 segundos.
Por fortuna nuestra cita en Irlanda, que por cierto fue allí siguiendo con la elección del nombre, tuvo también por objeto conducir el coche. Eso sí, en un estado aún de prototipo, según los diferentes ingenieros con los que pude charlar, sobre un 60 % del producto final. Esto es que aún se harán ajustes, y lo mejor de todo es que pudimos participar, aunque mínimamente, en su desarrollo.
La caravana de coches recorrió en torno a 80 kilómetros por carreteras irlandesas, un tramo que ya permitió sacar algunas conclusiones. Es un coche suave, extremadamente progresivo, más de lo habitual en eléctrico, me refiero. Probamos la variante intermedia, que ya ofrecía suficiente potencia como para mover el coche con soltura. Aunque no olvidemos, uno de los mayores hándicaps de los eléctricos es su peso. El Enyaq de acceso ya coquetea con las dos toneladas.
Es un coche más preciso de lo que esperaba para un prototipo, puesta a punto que en parte espero llegue a la producción. Lo único a mejorar, aunque ya lo avisaba antes, no es un desarrollo final, es la suspensión. Algo seca en el eje trasero, en lo que coincidimos con los ingenieros e incluso el jefe de desarrollo, con quienes compartimos ruta y opiniones. Claro, que mantener semejante masa en marcha no es tarea fácil. Hace falta un ajuste preciso con suficiente rigidez que, a la vez, no interfiera en el confort de los ocupantes.
La última cuestión, ¿cuándo podré comprar el Skoda Enyaq? Lo cierto es que todo se ha retrasado culpa de la COVID-19, puesto que el coche apuntaba a ser presentado antes del verano. Ahora se mostrará al público tras la época estival, para llegar al mercado presumiblemente a finales de este mismo año.
Tampoco podemos hablar de precios, puesto que la gama aún no se ha definido, pero sí podemos dar una aproximación. Según nos han comentado la tarifa será algo superior a la de Kodiaq RS, por lo que podemos hablar de un precio de partida cercano a los 50.000 €.