El año judicial ha comenzado con una polémica que nadie esperaba, unas reivindicaciones “por supuesto no inéditas”, que ha extrañado a muchos por el momento en el que ha surgido. La Memoria Anual del Ministerio Público de la Fiscal General del Estado encuentra que algunas de las señales de tráfico son machistas.
Detecta que aunque se han hecho progresos en los últimos años, “todavía perviven las señalizaciones contrarias a los principios de igualdad”. Y añade: “En la actualidad, la perspectiva de género está presente en cualquier cuestión que se aborde, por lo que este año parece oportuno hacer unas aportaciones sobre la movilidad”.
No gusta que en la mayoría de señales de tráfico, cuando se tiene que representar a un peatón o conductor, se haga con la figura de un hombre y no de una mujer, o que al menos no haya ningún rasgo que se le pueda identificar como género femenino, algo que sí se puede encontrar en otros países europeos.
Sin embargo, la polémica llega con dos señales en concreto. Por un lado la que indica peligro por la cercanía de un colegio, donde un hermano, de mayor tamaño, sujeta la mano y guía a su hermana, más pequeña; y la segunda sería la de atención por la presencia de un camino de senderismo en donde dos personas, estas sin ningún tipo de identificación por sexo, se disponen de forma contigua, aunque una es más alta que la otra.
El hecho de que las mujeres tengan una estatura media más baja que los hombres induce a pensar que esa segunda persona sea del género femenino aunque no cuente con ningún rasgo que la identifique.
Son estos detalles los que han llevado a la Fiscalía a pensar que a la mujer se le representa en “una situación de dependencia y subordinación” pues dan a entender que es el hombre el que guía a la mujer. Así, se pretende potenciar una mayor igualdad en la señalización de nuestras carreteras lo que podría conllevar la creación de nuevas señales de tráfico más igualitarias.
No sería nueva esta iniciativa. Ya ha habido ayuntamientos, como el de Madrid que durante la anterior legislatura, que creó algunas señales y luminosos como el que indica el permiso de paso en los semáforos donde a la figura masculina también se le acompañó de mujeres y de parejas de distinto y del mismo sexo. En este caso no solo pretendían ampliar la presencia de las mujeres sino de todos los tipos de familias que hoy día están aprobados por las leyes estatales.